Una parte del viaje ha terminado. Otra apenas comienza.
Terminé la novela. Sé que debería escribir algo más
significativo de lo que voy a escribir. La verdad, es que el proceso de
terminarla fue desgastante y es muy raro haberlo hecho. Es una sensación de
logro, pero también hay raro de terminar una historia que vivió tanto tiempo en
mi cabeza, que representaba tantas cosas de mí. Me puse triste, no sé por qué.
Tal vez se notó en el blog. Sé que a algunos no le gusta la nota un tanto
melancólica que a veces toma este Reality Show. Así son las cosas, y eso es lo que
significa estar viviendo en este país. Escribo lo que creo que tengo que
escribir.
En este momento estoy trabajando muy duro, tanto por mi
proyecto de promoción de lectura, como en mis proyectos literarios. Terminé una
obra de teatro además de la novela. Es una obra histórica, que hice porque me
lo pidió una amiga y que espero que se monte pronto. Además he escrito más
poesías, que no he compartido y le he dado vueltas a la idea de publicar un
poemario. Aunque la verdad no lo sé. No sé si sea el momento, o si tenga la
calidad, sé que no debería dudar sobre eso, es que no me considero poeta. Lo mío es la prosa.
Ya estoy trabajando en una tercera novela, y tengo otra más
en mente, cuya historia me seduce tanto que quiero ponerme a trabajar ya. Sin
embargo, este proyecto que ya comencé lo considero muy bello, y no lo quiero
dejar sin terminar.
Ahora viene el cómo hago con la publicación. Estoy
trabajando con un amigo, a quien le debo la vida, de verdad, la vida, la voz, y
que me va a ayudar con algunas correcciones. También estoy trabajando con otra
amiga, que tiene experiencia en la publicación, y que está leyendo la novela,
me va a ayudar también a pulirla y me va a ayudar con las editoriales.
No sé cómo sea este camino. Es mi primer libro. No tengo
experiencia en esto. Sólo sé que mi sueño esto. Escribir. Publicar. Esto que de
manera minúscula hago en este blog, mi trabajo literario, mi voz. Es en cierta
forma, no el primer paso, pero tal vez el primer gran paso en mi carrera. Me
siento orgullosa del trabajo que hice en esa novela, aunque todavía haya cosa
que pulir y corregir, estoy segura que va a gustar. Fui lo más honesta que
pude, descubrí cosas de mi misma, sobre todo una vez más, mi voz, mi vocación,
mi vida. Escribo y leo porque no sé hacer otra cosa. Ahora toca enfrentarse a
la vorágine del mundo real. Veremos qué trae. Les iré contando.
Por ahora estamos comenzando a corregir. Una parte del viaje
ha terminado. Otra apenas comienza.
Comentarios
http://mdeunalectora.blogspot.com.es/