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Mostrando entradas de octubre, 2010

¿Viste el Miss Venezuela?

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Los que contestaron NO, me pidieron que hablara de esto. El post es largo y no está editado. Se los advierto. Aquí va. No sé ni cómo hacerlo, ni por dónde empezar. Quizás lo de anoche no fue tanto una cosa de Misses, sino de personajes. Una especie de ¿cuánto vale el show? Pero la pregunta era ¿Quién se roba el show? Ayer había de todo, empezando por Miss SOR Amazonas (fue monja), Axel (as in Rose) y Germania Pimiento. Sí, su mamá, la señora casada con el Sr. Pimiento, que en mi mente es un pimentón rojo, la bautizó Germania. Menos mal que la chama es bonita. Empecemos por Kiara. Pobre, de verdad pobre. Yo empiezo por reconocerle a Kiara dos cosas, tiene un vozarrón y un cuerpazo. Pero si te ibas a disfrazar de Lady Gaga, yo esperaba como mínimo, algo parecido al disfraz de la carne. No una traje azul como el de los tripulantes de Star Trek con una cinta de Betamax en la cabeza. Todo, para cerrar con broche de chapa dorada. Estaba entre Diana Ross y Tina Turner en la época

Buenos Días, Por Favor, Gracias, Hasta Luego

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No hace mucho estaba en automercado, me acerqué a la carnicería y de entrada, sin previo aviso le dije al carnicero, “¿Tiene carne molida?” El hombre me sonrió como desilusionado y me contestó: “Buenos días.” Le contesté los buenos días, pedí mi carne, me llevé mi paquetico y salí del mercado dándome golpes de pecho mentales. “Eres una maleducada. Eres el colmo. ¿En dónde te educaron a ti? Cómo se te ocurre hablarle a alguien, y no decir primero Buenos Días. Te crees tan educada, tan leída, tan intelectualosa, porque el intelectual te queda grande. Quieres leer mucha Montaña Mágica, lo que deberías agarrar es el Manual de Carreño. Grosera.” Después de que pasó la pena y el mal humor me puse a pensar, definitivamente la educación, las buenas maneras, han cedido paso al atropello y a la agresividad. Se nos olvida algo tan básico como los Buenos Días. Recordé un incidente en una farmacia en pleno este de la Ciudad de la Furia. Yo tenía unos siete u ocho meses de embarazo

Confesiones de Los 7 Enanos By Pera Williams

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Pera Williams. Es con ese nombre que estoy firmando algunos ejercicios de ficción. En este caso Pera Williams decidió publicar la versión de la historia de los 7 Enanos de Blanca Nieves. Es un ejercicio nada más. De esos que ayudan a estimular la creatividad. Obviamente no es la invención del agua tibia. Pero que no la hayas inventado no quiere decir que de vez en cuando no vale la pena probarla. Pera Williams recopila las confesiones de los 7 Enanos y su versión sobre lo ocurrido en ese lugar tan lejano. TONTÍN. Me llaman Tontín porque la gente me toma por un tonto. Ya a estas alturas nada puedo hacer. Es como dicen por ahí, cría fama y acuéstate a dormir. Una vez que te etiquetan con algo es tarea casi imposible salir de allí. Como si llevaras encima un tatuaje. He hecho lo imposible por lograr que los demás enanos me tomen en cuenta de otra forma. Pero es complicado. Soy el más pequeño y por ende fui siempre consentido, sobreprotegido y hasta sobre regañado por los ma

Algunas Cosas de Mi Vida Últimamente

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Resumen de algunas cosas de mi vida últimamente: - No estoy comiendo muy bien. No es que estoy comiendo mucho, pero no estoy comiendo bien. ¿Cuándo se ha visto que yogurt y maní hacen una cena balanceada? Anoche. - Atrapada mal por la fotografía. - Reestructurando mi vida narrativa. Mil proyectos. La cosa no es fácil. Nada fácil. Pero para adelante es para allá. Sigo derechito. Aunque a veces el camino se ponga estrechito y con mil curvas. Lo bueno es que estoy escribiendo. Mi lema es "despacio que voy de prisa." - Sigo sin madurar. Gracias a Dios. - Estoy tomando bastante café. Lo había dejado con el embarazo. El problema es que no puedo resistir el olor del café recién colado tempranito por la mañana. Y me tomo una taza inmensa. Muchas veces otro a media mañana, y no vivo sin el que me toca después del almuerzo. Hay gente que seguro toma mucho más, pero considerando el tamaño de la taza de la madrugada es mucho. Mi estómago me lo está tratando de decir

Los Diarios de Adán y Eva de Mark Twain

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Otro más de la cola: Mark Twain, con un estilo genial, lleno de ironía nos presenta al primer hombre y la primera mujer, relacionándose tal cual como nos relacionamos hoy en día. Eva, ávida de cariño, hace todo lo posible por agradarle a Adán, lo trata de forma condescendiente, a veces como si fuese un niño, sabiéndose más inteligente que él. Adán se siente atrapado, no logra entender cómo Eva llegó a su vida, y hace todo lo posible por procurarse un poco de espacio. Ella no lo deja hacer las cosas que siempre le había gustado hacer, le habla demasiado y a veces siente rabia por haber perdido el Edén a causa de ella. Sin embargo, sigue a su lado, y no tarda en reconocer que estar con ella vale la pena ante cualquier cosa. Eva es inteligencia, con mucho sentimiento. Adán es puro raciocinio. Eva es hormonal y complicada. Adán es básico. Lo más genial de este texto es que creo que muchas mujeres y muchos hombres podrían ver reflejadas sus quejas de pareja, sus propios sentimientos y su ma

Sobre Rosa Candida

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Terminé Rosa Candida. De Audur Ava Ólafsdotir. Tengo que empezar por contarles que este libro todavía no existe en español, es uno de mis grandes avances, pues lo leí en francés, relativamente rápido, sin tener que estar viendo el diccionario cada dos páginas para no sentirme que estaba leyendo el Manifiesto Extra-terrestre sobre la Teoría de la Relatividad. Lo que es más, pude disfrutar de la prosa de Ólafsdotir, que es sencilla, ligera, sin adornos innecesarios, sino más bien directa, pero no por eso ajena a la idea de que todo libro tiene que tener su belleza. Rosa Candida trata sobre un joven de 22 años, Arlnjótur, quien tiene una hija de nueve meses, producto de una noche en la que pasó cuarenta y cinco minutos con una mujer, a la cual sólo vio nuevamente un mes y medio después cuando ella le invitó un café para decirle que estaba embarazada. El joven se dedica a la pesca, pero heredó de su madre, muerta en un accidente de automóvil, la pasión por la jardinería.

Cola Literaria

Yo tengo mi “Cola de libros.” Existe. Es bastante larga. Tan larga, que me imagino que me tomaría un par de años terminarla, contando que hay par de ejemplares de mil páginas. En todo caso, aquí está la cola. LEYENDO : Rosa Cándida - Olavsdotir. Una joya de libro que trata sobre un muchacho huérfano de madre, que tuvo un romance de una noche con una muchacha y con la cual tuvo una hija. El muchacho, (un nombre islandés que es así como Tghjhjrru) se va para “un país extranjero” a trabajar el rosal de unos monjes, ya que gracias a su madre, desarrolla una pasión por los jardines y las rosas. Es una belleza de libro, de esos de una sencillez que te va llevando sin que te des cuenta a las profundidades del alma. Anoche dejé bien atrás la mitad. Siguen en cola: Los Ojos Amarillos de los Cocodrilos – Catherine Pancol. La Elegancia del Erizo – Muriel Barbery El trigo en la Hierba – Colette El Rey, su Esposa y el Pequeño Príncipe – Marc Villard Tristona

Contando Tiempo

Hoy me dio por pensar en las edades. A veces veo a mi chama y pienso, del 0-3 eres feliz porque no te acuerdas de nada. Tus únicas responsabilidades son cuna, cama, tetero, juego. Tus amores son tu mamá, tu papá, tus abuelos si los tienes cerca. Mi hija escucha la voz de mi papá y suelta todo, y si pasan más de treinta segundos y él todavía no la ha cargado viene el llanto. No hay duda, si ella supiera quiénes son Rocío y JuanGa, le estaría dedicando esas canciones a su abuelo, con mariachi, sombrero, y gritico mexicano incluido. Pero del 0 al 3 tiene su cosa también. Dígame gatear, mis sobrinos agarraban a la pioja por las piernas y le hacían la bicicleta explicándole, “Clarissa tienes que hacer así”, hasta que la pobre harta de arrastrarse lo logró. Caminar otra historia, irse soltando poco a poco, agarrándose de una mesa para llegar hasta una silla, con la misma cara que yo pongo cuando quiero saltar un charco sin mojarme los zapatos de agua puerca. La pobre se sentaba durísi

Puntos para el Médico, Puntos para la Pioja

La vida es una cosa loca, justo ayer posteaba sobre los médicos, y la espera y la desesperación, y justo ayer salía corriendo a una clínica a esperar presa de la desesperación. Estaba sentada en la compu y Clarissa corría por el salón cuando escuché el golpe y el llanto. Ese llanto que ya uno reconoce no por oído sino por instinto animal. Llanto de aquí pasó algo en serio. Me paré como un bólido y lo primero que vi fue dos gotones de sangre que habían caído en el piso. A penas le levanté la carita fue como si las dimensiones de tiempo y espacio se hubieran separado, implotado, desvanecido. Me hubieras podido preguntar algo tan simple como mi cédula, no hubiese podido recordarlo, yo lo único que veía era la sangre y no podía pensar. La tomé en mis brazos y por alguna regla aprendida en el camino de la vida fui a buscar hielo. No sé por qué pero frente a una emergencia el hielo adquiere poderes mágicos. También como robot llamé al pediatra, quien siempre te atiende fel