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Mostrando entradas de agosto, 2010

Si Pudiera Conversar con Bono

Hace pocos días descubrí a U2. Sabía que existían, claro, pero sólo había oído sus canciones, no las había escuchado. Es decir, no les había puesto atención. Curiosamente le había preguntado a dos de sus fans, qué les dirías a Bono si te lo encontraras caminando por la calle. Hoy después de tener unos días escuchándolo detenidamente y dándole replay a varias canciones, me vinieron a la mente un montón de cosas para decirle. Me imagino que si me lo encuentro por la calle, si es que me dejan acercarme de milagro podré decirle "Hola Bono", pero las ganas de expresarlo no me las quedo. Si hoy me encontrara a Bono le diría que no me puedo declarar su fan, si acaso me sé dos o tres canciones, pero que ver la cantidad de fans que tienen él y U2 me devuelve la Fé en la humanidad. Porque a veces me preocupa que se sepa más sobre si Lindsay Lohan usó o no el celular en la cárcel, que sobre Aisha la niña de 18 años que hace nada un marido violento le rebanó la naríz y las orejas con el

Lista de Pistas

¿Dónde está Manu? Ahora sí que lo adivinan. -Hay un castillo debajo de un castillo. -Por culpa de una edificación de esta ciudad entre el Paraíso Terrenal y el Olimpo hay una crisis diplomática: Del Olimpo afirman que es un templo pagano, del Paraíso dicen que no, que basta poner un pie en la puerta para darse cuenta que es Iglesia. -Una de las siete maravillas le ve cara al renacimiento, como recordando que el hombre siempre ha sido hombre. -Hay una estatua de un caballo que parece que se estuviera tirando un peo. -Hay un castillo que no tiene nombre de rey sino nombre de conserje. -La farmacia la identifican con una cruz verde. -La ciudad tiene forma de caracol. -Al con leche pequeño lo llaman nuez. -Este año vine en verano y el verano nunca fue. -A la suerte la llaman coraje. -Las sirenas de los policías aturden. -Los pipotes de basura son verdes. -Los carteros empujan unos carritos grises. -Aquí los tragos son asquerosos. -Aquí hay helados muy ricos, pero no son de aq

Ficciones

Me imagino que llego a ese lugar y tú estás allí, pero yo no tengo la menor idea. Llevo un pañuelo alrededor del cuello, para no perder la costumbre y algo muy parecido a la locura me desborda los ojos. El soundtrack es una canción francesa. Charles Aznavour, pero eso sólo lo escuchas tú en algún lugar de tu alma que te hace reconocerme, un lugar muy parecido a la memoria pero que no es realmente la memoria. Imposible que lo sea, no nos habíamos visto nunca. Te extraña. No sabes como se llama eso ¿deja vu? Nadie lo sabe, hay cosas que no tienen nombre. Yo me acerco a la barra. Intercambio palabras con el bartender de camisa negra que apoya medio torso sobre la barra para poder escucharme. Mis amigos están saltando. Me entregan no un vaso sino dos, y algo en ti duda. ¿Y si no estoy sola? ¿Es posible equivocarse? Sí. Es posible. La vida a veces es así de trágica y se burla de uno de manera tan cruel y grosera. ¿Tendrás que saltar ese obstáculo? O te dirás a ti mismo que simplemente te

¿Qué nombre le pondremos?

Hoy es uno de esos días en que me provoca ser oficinista. Sí. Oficinista. No sé en qué oficina, ni haciendo qué. ¿Yo les conté de la vez que trabajé de recepcionista? Sí. "Tal y Tal buenos días." No. No lo pongo en el curriculum, y no duré mucho. Prefería trabajar en la librería LEA, donde me gastaba todo mi sueldo comprando chucherías, sobre todo las gomitas agrias en forma de gusanos, yo agarraba esa bolsa y a lo Eros Ramazzotti le decía, gracias por existir. ¿Para qué coño me inventé que podía ser escritora? No sé. Hoy es uno de esos días en que se me olvida. Para poder justificar la computadora blanca al lado del café con leche grande a las diez de la mañana un miércoles, en mitad de un café lleno de turistas y amas de casa. Gente de vacaciones y gente que mata el tiempo porque no tiene nada que hacer. Mentira. Una de estas señoras no es ama de casa, tiene una de las tiendas que están a dos puertas del café. Yo quiero ser ella. De verdad, Dios, dentro de unos años ¿p

Desde el Puente

Esta ciudad tiene un río y por ende varios puentes. Algunos que son dignos de enamorarse de ellos, aunque una vez un taxista me dijo que uno no se enamora de un puente. El que a mí me gusta es muy sencillo, no tiene nada del otro mundo salvo un significado y una historia que hay que googlear, y una estructura que te hace sentir el viento por todos lados cuando sopla. Te despeina. Te vuelve a peinar. Y cuando llegas a tu casa y te ves en el espejo, te ríes y te recuerdas de aquellas muñecas desgreñadas cuya melena era una lástima. Este puente es una cosa de día y otra de noche. Yo voy generalmente de día, suelto a mi hija que empieza a practicar el hermoso arte de caminar y va dando tumbos sobre los listones de madera que dejan ver el río abajo, cosa que a veces da algo de susto. Me pongo a tomar fotos de algunos de los personajes que están allí. Me doy cuenta que aquí la gente es más abierta de lo que parece. Muy pocos me han dicho que no. De hecho algunos me han preguntado qué vo

Esta Ciudad

Si hubieras pasado a las 9:30 más o menos hubieras visto a una mujer sentada en una de las mesitas que da hacia la calle. Jeans, unos zapatos de trenza un poco raros, camisa roja hasta los muslos, franela blanca encima y un sweater color crema, de esos que se ven pesados pero que solo llegan hasta la mitad de la espalda. Es comprensible, la temperatura no llega a los diez y siete grados a pesar de que estamos en pleno agosto. El detalle de la muchacha estaba en el perro que apoyaba sus dos patas delanteras sobre sus piernas. Empinado, le olfateaba la cara como hacen los perros cuando están pidiendo permiso para lanzar ese lenguetazo que no es otra cosa sino una declaración de amor canino. Así se veían, un par de enamorados en una mañana de verano a punto de comenzar el día con el primer café. Esa era yo. Manu desde hace una semana tiene su café. Vengo todos los días acá por tres razones. Hay una mesa que justo a esta hora le pega el sol, y yo soy como los girasoles y los pollitos, b

Mi Deseo en Tu Primer Cumpleaños

Hoy hace un año que naciste. Hace un año que te tuve en mis brazos por primera vez. Y lo primero que te dije fue "Hola Preciosa. Bienvenida." Bienvenida. No hay una mejor palabra para lo que tú has sido. Yo no tengo sino que darte las gracias en este día. Generalmente uno termina dándole las gracias a los padres. Pero yo teniéndote a ti me doy cuenta que es al revés, porque a través de ti yo aprendo cada día lo que es la vida, y descubro una nueva forma de ver el mundo. No te puedo decir qué clase de mamá soy. Sólo sé que te amo y que hago lo mejor que puedo. Sé que voy a ser intensa, porque esa es mi naturaleza. Y te lo aviso desde el primer cumpleaños, aunque todavía no lo entiendas. Sé que te voy a llamar mil veces en un sólo día. Sobre todo cuando algo en tu mirada o en tu voz me suene a que quizás no todo esté bien. Me vas a contestar con impaciencia, y vas a pedirme que no te llame tanto. Me dirás que no hace frío, que no hace falta un sweater. Me pedirás que no t