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Mostrando entradas de noviembre, 2009

¿Será que lo hago?

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Manuela en un curso de pastas. No fue la mejor alumna. ¡Pero se graduó! Ayer pasé todo el día sintiéndome mal. En la noche decidimos ir al cine. A uno se le olvida el poder que tiene el cine de hacerlo a uno sentirse mejor. Fuimos a ver la película de Julie and Julia. La verdad es que es una película bastante light. Mi esposo pasó el camino de regreso a la casa diciendo que no era gran cosa, que la Julie no había hecho nada del otro mundo. Y quizás tenga razón. Es más la tiene. La mujer hizo quinientas y pico recetas en un año. No es que curó las enfermedades que azotan a Sudán. Pero, como el dije ayer, para mí el secreto del a película es que lo más profundo está en lo más simple. Una mujer que está un poco perdida en su vida. Que no le gusta su trabajo. Que no se siente contenta con el lugar donde vive. Que quiere ser algo en la vida, pero no sabe bien cómo llegar a serlo. Termina por embarcarse en un proyecto cuyo único objetivo es disfrutar, aprender algo y olvidarse de todo. ¡Qué

Where is the love?

Ayer me provocó escribirle a un amigo: estoy depre. De un depre. Yo no sé por qué, pero no soy de esas personas que se une a las depresiones colectivas. Salvo por las del 11 de abril y el referéndum, etc… En realidad mis tristezas son más individuales, vienen del fondo del alma y siempre tienen algo que ver con cables sueltos en la maraña emocional de mi mente. Pero esta vez es distinto y por primera vez me siento extraña, porque la causa de mi tristeza tiene que ver con cosas que no vienen de adentro sino de afuera, con cosas que no puedo controlar, pero tan poco son eventos fortuitos ni de causa mayor y tampoco es algo en específico como que perdió el No y una ilusión que se desvaneció ante nuestros ojos. Ahora es algo generalizado, difícil de ubicar, y que genera unas sensaciones que no sé bien cómo describir. Vivir aquí se ha vuelto tan difícil, peligroso, angustiante: agotador. Constantemente hay que estarse enfrentando a los lados más oscuros del ser humano. El mismo estado de su

Google Wave: ¿Qué irá a ser de la humanidad?

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Como han cambiado las cosas de aquí allá. La vida era tan simple cuando el email consumía todo el tiempo libre. Ahora lo que te llega al Inbox no tiene la menor importancia. Es más. Es hasta aburrido. Son cosas de trabajo o cadenas que te dicen que el desodorante que usas te va a matar, la carne que te estás comiendo dejó huérfano a unos pobres terneritos, o el mundo se va a acabar en dos meses…a menos que le mandes el correo a toda tu lista, que no tiene la culpa que conozcas gente ociosa que se cree todo lo que le llega por mail. Ya no hace falta que tus parientes que viven lejos te manden un mail echándote sus cuentos. Si quieres saber de la vida de alguien. Te enteras por Facebook. Sobre todo si es una de esas personas que se la pasa cambiando el status: Kiko: tengo Full ganas de hacer pipí. Kiko: estoy caminando hacia el baño. Kiko: me estoy bajando los pantalones. Kiko: tendré que hacer pipí sentado para poder cambiar el status del Facebook mientras meo. Kiko: estoy empezando a

CERRADO POR LUNES.

¿Hasta cuándo los lunes serán lunes? ¿Qué tiene este día? Lo único bueno es que por alguna extraña razón no hay mucha cola. Bueno, la razón no es muy extraña. ¿A quién le provoca salir un lunes? ¿Quién hace las diligencias un lunes cuando las puede hacer el martes, el miércoles, el jueves, el viernes? Como le digo yo a mi mamá cuando se pone intensa: no hagas hoy lo que puedes dejar para mañana. La vida es una sola, pero los lunes son demasiados. Demasiado sueño. Demasiada hambre. Porque para más colmo todas las dietas. Todas las promesas de dejar de fumar. Todas las promesas de dejar beber. Todo, todo absolutamente todo empieza un lunes. El fin de semana no debería existir, porque uno se malacostumbra. Entonces el lunes está muerto de hambre. Muerto de sueño. Y hasta lo más simple parece una labor titánica. El lunes no puedo pensar en el trabajo. En ideas geniales que me hagan merecedora de reconocimientos nacionales e internacionales. En aquellas palabras que cambiarán el rumbo de la

¿Qué es peor?¿Qué todos te vean o que nadie te compre?

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La foto de Carla Bruni desnuda se quedó sin comprador. Me imagino lo que pasaría por mi cabeza si mi foto en pelotas se queda fría en la mesa. (Eso sin pasar por el mojón mental de que alguien va a pagar 9.000 dólares por ver mis petacas). ¿Qué dolería más: el golpe al pudor o el golpe al orgullo? Eso me recuerda un incidente que aconteció en el año 2004, cuando yo regresaba triunfalmente a Caracas luego de mi divorcio. Por una de esas cosas locas a las que uno se compromete en la vida, llevé a mis sobrinos y algunos de sus amigos a un lugar que ahora no recuerdo bien. El trato era dejarlos en casa de mis papás al finalizar. Tener la parte de atrás de un carro llena de pre-adolescentes es algo que a uno le hace cuestionarse el sentido de la vida. Me imagino que de allí surgieron Freud, Platón y la amargura indescriptible de Schopenhauer, así como el desasosiego de Pessoa. Lo cierto es que voy entrando a una de esas calles con caseta y mi lado hipersocial no puede evitar saludar efusiv

Esto que nos ha caído

No hay vieja en Venezuela que no diga: "yo no sé por qué nos ha caído esto" o "hasta cuándo nos vamos a tener que calar esto que nos ha caído." Lo dicen en peluquerías, en fiestas, a gente que se encuentran por la calle, a sus panas que viven fuera del país, hasta lo mandan por SMS a Aló Ciudadano. Yo quisiera saber qué significa realmente "esto que nos ha caído." Pareciera que ese "esto" tiene algo que ver con una culpa que se le está achacando a otro. Como si echarle la culpa al que ejerce el título de Presidente fuese algo totalmente nuevo. Algo que comenzó en el 98. Ya saldrá más de uno a decir "Manuela está chavista." Esa es la típica ahora. Pero no. Es todo menos eso. Lo que sucede es que estoy cansada de comportarme como una estúpida. Lo digo porque Einstein decía que la estupidez se define como hacer las cosas una y otra vez de la misma forma, esperando resultados diferentes. Sentarse a decirle a todo el mundo, con cara de lamen

¡No Dejes Solo a Chandler!

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Nunca me imaginé que iba a decir la frase: ¡No dejes solo a Chandler! Los creadores del show harían su agosto aquí en mi casa. Todo empezó el jueves pasado. Catalina estuvo como de costumbre metiéndose debajo de los sofás en donde yo me siento, sólo que a diferencia de otros días, estaba un poco más agitada que de costumbre. Cabe destacar que esa mañana había ido al veterinario quien nos dijo que le faltaban por lo menos 10 días más. Así que no nos enrollamos, ni nos metimos en google a buscar "parto de perro." Ya para las 7 de la noche la perra estaba dando señales de que iba a parir. El veterinario me tenía en una de que un parto de perro no es una emergencia, y justo al terminar la frase "no hay que entrar en pánico porque ella sabe lo que hace." Me dice, "ah, pero veo aquí que la perra tiene un solo cachorro." Yo le digo, eso es correcto. "Ah, pero eso no son buenas noticias." ¡El coño de tu madre! ¿Es o no una emergencia? Acto seguido me lan

Alta Peluquería

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No se conoce mujer venezolana que no vaya para la peluquería. Dicen que es el mejor negocio para poner en este país. No hay centro comercial, no hay cuadra, que no tenga por lo menos tres peluquerías. En realidad cada una trata de diferenciarse de la otra, pero no lo logran. Todas las peluquerías son exactamente iguales. Nada más entrar en una y un olor extraño, mezcla entre acetona, pelo quemado y cera caliente pega un golpe que nubla todos los sentidos. La belleza se verá muy bonita, pero huele mal. El ruido es igualmente enervante en todas. Los secadores hacen como extrañas criaturas, como moscas furiosas que empujan el aire caliente con sus motores para alizar las chichas de las mujeres desesperadas. Todas las peluquerías tienen sus viejas asiduas, sus damas de confianza. Esas que no pelan, mínimo una vez por semana, para irse a meter durante más de una hora en el establecimiento y hacerse los tratamientos básicos manos, pies, lavado y secado. Aquellos que una no mujer no puede de

Día Largo. Largo. Largo.

Hay días que me recuerdo del personaje del Hijo de la Novia, que después de que tiene un infarto le dice la novia: Sabés, tengo un sueño. Ella le pregunta cuál y él responde: Irme a la mierda. Eso me provoca hoy. Agarrar mis corotos y largarme a un lugar donde nadie me joda. Sí. Ya sé, a uno le hacen falta los amigos, la familia, blablablá. Pero hoy. Hoy en concreto sería feliz en la mierda. En un lugar donde no haya nadie que me ladille, ni me que me joda, ni que me agarre mis cosas, ni que me invada mi espacio, ni que me hable, ni me que pregunte. Pero sobre todo, sobre todas las cosas, que no me ande pidiendo vainas como si yo no tuviera más nada que hacer en la vida sino responder a esas peticiones. Un lugar donde no haya cola. Donde pueda ir a tomar un café sin que me estén hablando pendejadas. Sin que me reclamen. Coño, un solo día sin reclamos por favor. Esa es la maravilla de los extraños. Por eso me encantaba viajar sola a lugares como Buenos Aires. Me sentaba en mi café y aun

Smarter than a 5th Grader

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Me acaba de entrar este mail: Ya que por culpa tuya, regañaron hoy a AE, quedas encomendada de la siguiente tarea: Estudiar con AE ese Jueves después de su clase y mientras dura la clase de M, lo siguiente: 1. Realizaremos el Quiz nº 6 y se evaluarán los siguientes temas: Lengua: Diptongo y hiato Matemática: Elementos de la Sustracción Sociales: Servicios públicos y privados. Ciencias: La alimentación Gracias, y si no puedes y la raspan y se acompleja y es una fracasada en la vida por este quiz, arrastraras esta culpa toda tu vida. Besos, Coño, No fue por culpa mía que la regañaron. Bueno sí. Un pelo. Me siento culpable. Soy una mierda. La sonsaqué para que se portara mal y quince minutos más tarde la mamá le paraba un peo por el teléfono y la niña lloraba. Soy una mierda. Pero soy divertida. Gozan conmigo. Nadie enseña tantas groserías como yo. Pero nada, Como diría mi profesor de Historia Americana: I am in deep doo doo. Es que primaria es peludo hermano: Lengua: Diptongo e

Antes de Acostarme

Mi esposo me dice: - Pana, tú le tiras al loco. Yo me quedo pensando. "Coño menos mal." Es que como dice Ernesto Sabato en su novela Sobre Héroes y Tumbas: están los que sufren por el resto. "Y el resto son nada más que hinchapelotas, hijos de puta o cretinos, ¿sabés?" Yo creo que los que sufren por el resto son los locos. Espero realmente calificar. Qué horrible despertarse un día, comprobar que uno es del resto y tener que pensar: ¿Cuál de los otros tres seré?

Si te llega el INBOX es verdad

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El otro día me sorprendo escuchando a mi mamá decir algo como: "Sabes que el desodorante tapa los poros y da cáncer de mama." Me quedo pensando, que aparentemente sí, que no hacía mucho tiempo lo había leído en algún lugar o había visto algo sobre ello en el Discovery Channel. Luego me viene a la mente como un tren bala: Una cadena. Esa broma yo la leí en una cadena. Le comento a mi mamá, quien me dice que efectivamente le acaba de llegar esa info. Se la mandó su amiga Marisol, quien de paso le mandó la historia del viejo que se tira al piso y finge un infarto para robarte a punta de cuchillo, le mandó además la historia del recipiente con agua que explota cuando lo sacas del microondas y de paso le mandó la última profecía que nadie conoce de la Virgen de Fátima, que dice que el mundo se va a acabar dentro de dos semanas. Recuerdo entonces que hace varios meses cuando el accidente de Air France, encontré a mi mamá espantada delante de la pantalla de la compu. "Qué horro

Fiebre de Millennium

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Estos libros son como una especie de Tsunami que va creciendo y se va levantando hasta que poco a poco la ola le cae a uno encima y ya no hay nada más que hacer. Estás ahogado. Estás completamente sumergido y lo único que puedes hacer es nadar entre las páginas para llegar al final y volver a respirar. Mientras escribo sólo puedo pensar que pierdo preciosos minutos que puedo estar dedicando a enterarme qué pasa al final del libro 2, a ver cómo Larsson articula el desenlace de una historia protagonizada por una heroína que no puede ser mejor. Lisbeth Salander es todo aquello que yo quiero ser. Es una especie de Super Girl pero sin la ridícula faldita azul, ni las horrendas botas rojas. Es una especie de vampiresa sin colmillos. Es Hulk sin ponerse verde. Es Rambo sin la sobredosis de esteroides. Es Terminator sin el acento insoportable de Arnold Schwarzenegger. Lucha por la moral sin el velo de monja de María Von Trapp. Y lo mejor de todo, disfruta del sexo sin ser la puta de alguna his

Crisis de Mal de Montano

Los libros para mí son como una droga. Ya lo he dicho antes que cuando entro en alguna librería grande, cuando pienso en la cola de libros que tengo al frente me entra una tristeza enorme. Me pesa terriblemente en alma pensar que no me alcanzará la vida para leerlo todo. Claro que hay libros de libros. Están los que hacen que uno recuerde. Esos son los libros que palabra por palabra nos llevan a ese pasado remoto que a veces está dormido. Luego están aquellos que despiertan los sentidos, a través de la narración uno vuela y se transporta. Casi se puede palpar lo que está describiendo el autor. Es como si el alma se saliera del cuerpo. Hay otros que hacen que uno se identifique, que uno vive como si fuera el protagonista, el héroe. Hay libros a los que hay que darle unas 50 o 100 páginas. Hay otros que cerrar de golpe porque no nos dejan nada. Hay libros que causan heridas. Hay libros que son necesarios, como dijo Cervantes, si mal no recuerdo. Hay libros que nos defienden. Libros que n

¿Catalina se casó?

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Esta es la propia historia que uno escucha en una peluquería de boca de una vieja con los pelos aplastados con papel aluminio, y la cabeza metida bajo un secador: Una chama que queda embarazada fuera del matrimonio. "Pero, ¿Y el hijo es del novio?" Le preguntaría otra vieja que se está haciendo las manos. "No. Miamor." Contestaría la vieja. "El hijo es del amante." La dueña de la peluquería diría asombrada " ¡No me diga que el amante es el vecino aquel que el papá botó de la casa varias veces!" "Pueess el miiissmoooo mijita. Ese fue el que preñó a la perra. ¿Qué tal?" Los protagonistas de la historia son nada más y nada menos que Catalina y Manchitas. Una Schanuzer miniatura y un Jack Rusell Terrier. Resulta que Manchitas o el coño e madre, como le decimos en mi casa, lleva ya varios meses metiéndose para la casa. El tipo se metía y hacía pipí en los muebles de la terraza y ponía cara de terror cuando uno le hablaba. Confieso que al pri

¿Tendré suerte?

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Hace un par de meses me dio por participar en un concurso de esos de envíe la palabra "USOpen" al 35355 y participará por un hermoso raquetero, unas pelotas y muchos premios más. En mi casa todo el mundo me cayó encima: "¡Qué bruta eres!" "¡Esas vainas no se las gana nadie!" Hasta me sacaron una matriz que supuestamente tiene la compañía que hace el concurso que hacía matemáticamente imposible que yo me pudiera ganar mi raquetero. Pero yo estoy segura de que en algún lugar de Latinoamérica hay gente que se llevó su raquetero, sus pelotas y otros premios más. Hay gente que nace con suerte. Esa gente que uno ve en canales como Sony que se gana los concursos para ir a Buenos Aires al concierto de no sé quién, con todos los gastos pagos y pases backstage. Uno ve sus nombres en alguna propaganda e incluso a veces pasan un micro de la gente contando cómo le fue. Esos son además los típicos que se ganan todo. Recuerdo las piñatas cuando estaba chiquita y siempre