Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2010

Los domingos

Imagen
Los domingos son la prueba de que Dios existe. Como descansó, este se convirtió en el día más insoportable de todos. Aunque yo tengo que confesar que me encantan los domingos por la mañana. Siempre me encantaron. Quizás era porque con el periódico, que en su momento era en blanco y negro, llegaban los suplementos y yo corría a despertar a mi papá. Él me leía El Fantasma, Olafo, Pomponio, y El Príncipe Valiente, con quien por supuesto yo me iba a casar, sin importar el ridículo corte totuma. Nunca leímos ni Rabanitos, o sea Snoopy, ni Lorenzo y Pepita. El primero, porque preferíamos verlo en comiquitas. El segundo, porque mi papá le parecía que Lorenzo era un poco maricón. Aunque jamás lo dijo con esas palabras, de eso me di cuenta más tarde. Pero la maravilla de los domingos siempre ha durado poco. Los domingos siempre han sido días para deberes que uno no debería hacer. Esos enemigos acérrimos que yo tengo. Los compromisos. Empezando por la misa. Yo dejé de ir a misa porque me sinceré

García Márquez Te Voy a Perdonar

No sé por qué. Lo que más me impactó de la presentación de Vasco Szinetar fuiste tú. No había terminado de verla y ya te estaba escribiendo esto. Nada más ver tu cara de cansancio. De ausencia. Esa sonrisa perdida, que no está en ningún lado. Como si ya no fueras lo que fuiste una vez. Pero en tu rostro se ve esa especie de duda, de negación, como si ni tú mismo supieras qué fue de tu vida. Yo me enamoré de ti cuando no tenía más de quince años. Y sí. Tengo que reconocer que gran parte de lo que dañó mi relación contigo fue una especie de envidia. Qué grande eres escribiendo. Eso no lo te lo puede quitar ni quien te odie con el más profundo de los odios. Ni quién te odie como diría César Vallejo, con el odio de Dios. Tienes esa prosa que fluye, que atrapa, que esconde secretos que se van metiendo dentro como si fuera una enredadera que atrapa desde lo profundo. Que asfixia. Que hunde. Eres la arena movediza de las letras. Tú tienes ese don, tú lo cultivaste. El de mezclar el detalle c

Peos Existenciales del Mundial

Imagen
No aguanto las ganas de que llegue el mundial de fútbol. Durante treinta y un días cambiamos de problemas existenciales. Ya no se trata de huecos, hampa, partidos, elecciones. Nos va a importar un comino Julio Borges, y Luis Tascón. ¡Fuck la mesa de la unidad! Es más, ¡fuck Chávez! Realmente nadie le para. Hasta él mismo deja de pararse, porque todo el mundo está pendiente de fútbol. Uno pasa a angustiarse porque España, que siempre gana el primer partido con un score ridículo como 8-0, en el segundo partido metió un autogol, y en el minuto 91:30, es decir en pleno descuento, está empatada y punto de quedarse fuera de la copa. Al final siempre mete gol. Uno queda con una úlcera y la mitad de tus amigos arrechos, (los de familia española) "porque tú jamás creíste que España iba a clasificar. Joder, si tienen el mejor equipo." Italia es más o menos el mismo peo. Todo tú rollo existencial durante un mes. No te hablas con dos amigos, un primo, y la mitad de tu oficina, porque el

Manu Quiere ser Comentarista del Mundial

Imagen
Yo muero por ser comentarista del mundial. Señores de Fox. De Direct TV. De lo que sea. Yo sería buenísima como compañera de comentarista. Modestia aparte. Y casting de por medio. Empezando porque vamos a estar claros. Hace falta una mujer entre los comentaristas. Hace falta un cambio en la voz. Siempre tienen esas voces tan monótonas. Además, las mujeres somos sinceras. Decimos la verdad. Cuando alguien pierde no andaría con mariqueras de “jugaron bien.” No me jodas. Si metiste menos goles. No ganaste. Lo siento. Es verdad, fútbol bonito. Todo lo que tú quieras. Pero si perdieron, perdieron. Y si aquello fue un desastre. Pues aquello fue un desastre. Siempre aclararía que es sin ánimos de ofender a la fanaticada. Pero es que a veces duele más cuando pierde un equipo, y empiezan con la mariquera de que jugaron bien. Es como decir, bueno no se enrollen, les vamos a mandar unos potes de leche en polvo para su casa. Ok. Aja. Y qué hacemos con eso. Bueno en Caracas, se puede hacer mucho, p

Brasil. En Caracas se piensa mucho en ti.

Imagen
Me estoy preparando para hacer algunos posts sobre el mundial. Esta es una preliminar. Ya se. La canción es de Madrid. Y es en México se piensa mucho en ti. Eso diría mi mamá. Para empezar mi fiebre mundialista, quería hacerle un pequeño test a los fanáticos de Brasil. Sí. Porque más de uno compró ya pintura verde y amarilla para la cara. Fue a comprar su palo de escoba para montar la bandera brasileña. No se puede negar que en Caracas el tema Brasil es insólito. Si la gente de la iglesia Pare De Sufrir usara el fútbol, aquí en las iglesias no quedarían ni los gusarapos de las paredes. Pero como que no se les ha ocurrido. Yo todavía no entiendo como Polar no es el patrocinante principal del equipo Brasilero. Esa gente debería volar primero a Caracas cuando se acaba un mundial. Porque aquí, aunque menos pluma en el carnaval, la fanaticada es demasiado grande. A mí, me da es curiosidad el fenómeno. Yo tengo que admitir que hice mi caravana en las mercedes en algún momento. Más por hacer

Vámonos. Plomo al Hampa.

Imagen
Esto no lo hago por fatalista. Lo hago porque hay que hacerlo. Un día. Porque sí. No porque tuviste una epifanía. O porque fuiste a un entierro y, adivina ¿Qué? La muerte existe. Esto hay que hacerlo porque en estos días pensaba: uno si pierde el tiempo en pendejadas. Uno hace de la vida a veces, una mierda. Compromisos. Deberes. Porque síes. Se nos reduce el mundo a puro tengo que. Tengo que saludar. Tengo que llamar. Tengo que ir. Nos han convencido de que vivir bajo nuestros principios, seguir nuestros sueños, hacer lo que nos llena, es egoísmo. No. Egoísmo es todo lo contrario. Yo quiero hacer tantas cosas. Escribir. No escribir una novela. Un cuento. Diez cuentos. No quiero publicar. O sí quiero, pero no se trata de eso. Se trata de escribir. Lo que salga. Lo que se pueda. Lo que llame. Lo que tenga que salir. Lo que esté en el fondo del alma. En lo profundo. Lo que susurren los fantasmas que me persiguen. Mandar mis textos. Que alguien los lea. Entrar en pánico. Arrepentirme. Esp

El Estante Detrás del Espejo

Imagen
Abro el espejo que está detrás de mi baño. Y por primera vez me pregunto. ¿Qué hago yo con todo esto? Tres frascos de perfume, de los cuales uno está casi vacío. Uno por la mitad, no lo uso mucho porque no me mata el olor, pero me niego a botarlo. Medicinas. Provicar que tomé durante el embarazo. Nasonex, como cuatro cajas, para la alergia y la sinusitis que me mata. Promedina, que no sé de dónde salió. Tavanic. Andantol. Fedyclar. Buscapina. Aerius. Y una caja de una cosa que se llama Solutricine que se venció hace como seis o siete años. No sé porque no están con las demás medicinas. Están simplemente ahí. Porsia. Junto a ellas una jabonera de plástico. Dos cepillos de diente nuevos, en su caja. Esperando a que el que uso ahora se gaste. Y un scrub para los pies que no uso jamás y no sé si llegué a usar. Abajo tengo un estuchito de kit de cuidado de los pies. Tampoco lo usé nunca. Al lado hay unas muestras de Lancome, tres potecitos mínimos de tónico, baño espumante y desmaquillador

Otras Rodin

Imagen
Rodin. Estas basadas en La Desesperación. Lo que pensaba mientras hacía estas fotos: Todo delirio de grandeza termina en infinita pequeñez. No voy a mostrar las fotos de Eva todavía. No me quiero adelantar porque es algo que apenas comienza. Revisando un poco me di cuenta que todavía no me convencen. La iluminación es terrible. Hay montón de cosas que todavía no se acercan al resultado que yo quiero. Así que por ahora los dejo con la idea que tengo en mente. Lo que estoy pensando y trabajando en mi vida fotográfica. En estas la iluminación es fatal. Fue lo mejor que pude hacer con lo que tenía. Las tomé ya de noche. Pero se acercan más a lo que yo entiendo esa escultura. De todas formas esta obra la pienso trabajar también. Pues la desesperación es algo que todos hemos sentido. Definitivamente Rodin fue un artista admirable.

EVA

Hace un par de semanas. Una noche. Me acosté en mi cama con un libro pesadísimo sobre las piernas. Lo había conseguido entre los libros viejos de mi papá, siguiendo la recomendación de un autor que anima a estudiar la obra de Auguste Rodin. Comencé a pasar las páginas viendo las esculturas. Y aunque ya conocía a Rodin de haber paseado por museos y de haberlo estudiado en la universidad, fue como si lo estuviese viendo por primera vez. Me quedé deslumbrada. No era para nada el Rodin que yo recordaba, lleno de romanticismo. Quizás porque en parte uno lo recuerda por aquel amor que tuvo Camile Claudel que terminó loca. Internada. Literalmente muerta de amor por él. Hay algo en Rodin, algo extremadamente puro, sensible. Ese algo que viene desde lo más profundo. Desde lugares del alma que casi no se pueden describir ni imaginar, de lo recónditos que son. Fue ese algo lo que me golpeó. Fue allí que nació la idea. Voy a fotografiar las esculturas de Rodin. Claro esto en un primer momento suen

Crisis Existencial

Imagen
Llegas a la casa y te ve con ojos tristes. No puede hablar. Pero no hace falta. Sabes cuál es el reproche que tiene en mente. "Tienes varios días que no me tratas como de costumbre. Me pasas de largo. No me valoras. No me das el tiempo que necesito." Y aunque sabes que te lo está diciendo, lo vuelves a hacer. La rutina. Las obligaciones. Las cosas pendientes. Los problemas que te agobian. La vida en esta ciudad que es tan pesada. Y encima Cerati. Cerati en una cama de un hospital y tú con ganas de ir para allá. No fuiste al concierto. Porque no te gustan los lugares demasiado concurridos. Te dan como fobia. Últimamente te escondes un poco del mundo. Últimamente tu mundo se abre a través de la pantalla de una computadora. De un lente. De las hojas de un libro y de las de un cuaderno. Ahí sueñas. Y tienes una hija. Y él queda de lado. Ni modo. La vida es así. Todas las relaciones tienen altos y bajos. Te sientas a almorzar. Estás contenta. Los abuelos emocionados te cuentan las

El Idioma Mojón

Imagen
Hace una semana le escribo a un amigo, diciéndole que tengo que hablar con él y me dice: “ando full te llamo más tarde.” Perfecto. Uno entiende. Hay momentos en los que uno está full y realmente no puede, o no tiene cabeza para ningún tipo de conversación. Pero en el caso de este pana, a quien tengo seis años conociendo, ya sabía que “te llamo más tarde” quería decir realmente: no te voy a llamar hasta que me vuelvas a escribir o me llames tú. En otras palabras, me está mandando para la mierda en un idioma que llamaremos mojón. Y uno habla mojón desde que entra en la adultez y deja atrás la sinceridad de la infancia. Le empieza a poner filtro a todo. Para bien claro está, pero tampoco se puede negar que muchas veces es para mal. La verdad es que como sociedad somos tan educados, tan recatados, tan propios, que rayamos más bien en la falsedad. Y a veces terminamos por crear conflicto. Yo con este pana estoy arrecha, porque, ese “ahora te llamo” es una de esas frases que no quiere deci

Vestida de Blanco

Es un domingo cualquiera. No estamos haciendo nada. Nos va a entrar la depre cuando mis sobrinas dicen, “nos prometiste que hoy nos íbamos a disfrazar otra vez de bailarinas.” Sí, es verdad. Lo dijiste. Estás full Manu, pero tienes que cumplir. Además es para una tarea. Vamos pues. Buscamos la cosas. Nos estamos vistiendo. Voy a armarles el tut-tut cuando sin pensar digo “ ¿No se quieren disfrazar de novias?” No hay palabras. El brillo en los ojos y el aliento contenido lo dice todo. ¿Qué mujer no se puso algo en la cabeza? Pijamas. Toallas. Batas. Forros de almohadas. Sábanas enteras. Quién no agarró flores secas. Hasta marchitas. Y caminó por algún pasillo con la Marcha Nupcial en el fondo de la mente, o incluso más descarado, sonando a todo volumen. Soñando. Soñando que era ese ser incomparable: La Novia. No hay nada. No hay princesa. No hay súper héroe. No hay estrella de cine, ni bicicleta, ni helado, ni patín, ni mascota, ni Nintendo Wii que se compare con ser: la novia. Cuando e

La Verdad Sobre Perros y Gato

Imagen
Pelusa Carotenuto. Es la prueba fehaciente de que cuando tienes un deseo estilo Disney, lo que sea que quieres se hace realidad. Desde hace tiempo queríamos un gato. Los gatos, aunque no son queridos por mucha gente, son necesarios. Los gatos no sólo cazan los ratones, ergo no los tienes en tu casa. Sino que ahuyentan culebras y alacranes. ¿Cómo lo hacen? No lo sé. Nada más por eso tienen mi admiración. Habíamos convencido a mi mamá que necesitábamos el gato. Sobre todo desde que apareció un alacrán en la puerta de la casa. Por supuesto en el Gran Reino de la Paranoia que es mi casa, hubo llamadas a toxicólogos, expertos en medicina tropical, se chequeó aquello de que se puede ir a la Clínica Ávila para que te den el suero si te pica el bicho, y se mandó el bicho a científico loco para que lo estudiara y nos dijera que era una hembra, no tan venenosa y tan grande como todos habíamos dicho que era. El frasco de mayonesa la hacía verse más gorda. Coño, ni las alacranas se salvan de los r

Partes Beligerantes al Aire

Esto pasó hace varios años. Una de mis hermanas me pidió el favor de darles la cola a mis sobrinos, de su casa a casa de mis papás. Iba manejando y llevaba puesta una camisa, más bien una especie de chaleco de colores que yo amaba. Era de esos de corte en V que te obligan a ponerte abajo un top strapless. Yo tenía uno amarillo que me habían vendido en la misma tienda. Cuando me los había comprado tenía unos kilitos de más. Al adelgazarme, adelgacé completa y perdí atributos en la zona superior. Léase: lolas. Tampoco es que quedé plana. Yo siempre digo que las mías, no será poderosas pero son suficientes. Esa tarde iba con los chamos gritando en la parte de atrás. Me tenían desesperada. Llego a una caseta de vigilancia y cuando bajo el vidrio para identificarme veo que el guardia está mirando veinte centímetros más debajo de mis ojos. Me doy cuenta porque desde que dejé de ser tetona no me ven así todos los días. Es un acontecimiento. Una en el fondo se emociona. Mujer que no le guste q

Las Reglas de Preescolar

Imagen
Cada vez me convenzo más de que todo lo que está de preparatorio para arriba es una pérdida de tiempo. No es que estoy fomentando el ausentismo en las aulas. Sino que hay cosas que no te enseña el Algebra de Baldor, ni te las dice el profe de Introducción al Derecho. Y son cosas básicas. Tan válidas hoy en día, como en ese momento. Algunas las aplicamos por inercia, porque para eso nos trituraron el cerebro con ellas. Otras aunque parecen obvias…no tanto. - Lavarse las manos. ¿Cuántos adultos conoce uno que no se lavan las manos? Más de una vez he estado en un baño público y veo salir a una vieja toda pispiereta que le pasa de largo a los lavamanos. Y en restoranes además. Es como para decirle "Señora. ¿Un poquito de agua y jabón le haría daño?" Lavarse las manos es sensato. Antes de comer. Después de ir al baño. No es que te vas a volver un freak que se borra las huellas digitales. Que no va a un carrito de perros porque no hay baño, o que le pone Purell a los mesoneros en l

El Qué Dirán

Imagen
"Y los vecinos del barrio, me llamaban loca." Sí. Hoy me enteré que en estos días me llamaron loca. No en mi cara. Si no como se debe en toda buena sociedad. A mis espaldas. Y con toda Centroamérica de por medio. Eso me dejó pensando en el qué dirán. El qué dirán. Un personaje famoso. Implacable. Que ¿cuántas vidas de las que están a nuestro alrededor no habrá marcado? Yo jamás fui de estar escuchando lo que decían los demás. En el colegio jamás fui de las ratas. De hecho en estos días mi profe de fotografía me contó, que alguien que me conocía le dijo que yo en el colegio era más bien galla. Nunca me importó un bledo que me llamaran por ese nombre. No sé, será porque en las películas gringas el gallo siempre salía triunfal, era el héroe. Será porque siempre estuve Clara, muy Clara, en quién era yo, y no tuve necesidad de que otros vinieran a definirme. ¿Qué nos lleva a hablar de los demás? Porque incluso aquellas personas que "jamás hablan mal de nadie," de vez en