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Mostrando entradas de diciembre, 2009

5 Minutos Más para la Cuenta Atrás

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Hoy es 31 y toca, o al menos debería hacer el balance del año. Como dice la canción de Mecano. Este año para mí fue bastante raro. Empecé embarazada. Un embarazo que terminó en una cesárea. Jamás imaginé que yo no iba a dar a luz por parto natural. Eso definitivamente fue lo mejor del año. El nacimiento de Clarissa. Lo peor fueron los puntos de la cesárea. Qué estupidez estoy diciendo. Lo peor fue la muerte de mi Dani. Mi Dani. Cómo te necesito ahorita. La operación de rodilla de mi mamá. Eso también fue chimbo. Le costó muchísimo. Se deprimió horrores. Es una de esas cosas en las que tratas de ayudar a la gente, pero no sabes cómo y terminas por tener que aceptar que no puedes. La única manera del salir del pozo es como el oso: Mojado. Este año siento que logré mi resolución del año pasado. Bajar mi obsesión con mi figura. Lo hice porque sabía que la iba a perder. Que después del emabarazo habría un montón de ropa, que si no para siempre al menos por un buen tiempo no podría volver a

Cartas del Pasado

Tengo una caja donde guardo cartas. Yo tenía las cartas de todos mis novios. Y las boté. De idiota las boté, en un arranque de celos de una pareja, y de miedo de una niña idiota. Agarré y las boté y cómo me arrepiento. No viene nada mal revisar el baúl del pasado de vez en cuando. Quizás no se entienda mucho, pero me llamó la atención encontrarlo. Las cosas que decía. Creo que si hay algo que me fascina son las viejas cartas. Me encantaría que algún día mi vida se contara en una novela epistolar. Mis mails son kilométricos. Disfruto enormemente escribiéndolos. De verdad que sí. Esto que copio a continuación es la respuesta a un mail que me mandó un amigo en noviembre del 2005. ...para contestar tu pregunta...treinta dias cambia todo....el mundo, cambia en un segundo..... Conio entiendo tu arrechera. Y si quieres gritar grita...o mejor escribe..... Dejame empezar por el final. Maybe some of us will end up like Icarus. Pero sabes que....worse thatn ending up in a crash is not kwnoing. I

Adicta al Chocolate

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Me acabo de comer como 12 Torontos. Creo que lo puedo decir con propiedad: Soy adicta al chocolate. Todo empezó en cuando era apenas una niña. En mi casa hacía brownies que mientras estaban en el horno impregnaban todo de un olor dulce, que me llenaba por dentro. Se me abría el apetito. No podía esperar a que salieran. Siempre lloraba para que los sacara, aunque no estuvieran listos. Al menos no según la receta. Entonces quedaban mojaditos por dentro. Parte de la masa aún derretida. Gloriosa. Calientes y todo me los comía. Siempre me amenazaban con que me iba a dar dolor de estómago. Jamás me dio. Mi estómago es de piedra. A mí me gusta todo lo que sea de chocolate. Hecho en casa. Prefrabricado. Envuelto en papel. Horneado. Helado. Torta. Ponqué. Marquesa. Brownie. Muffin. Galleta. Con chispas de chocolate. Con sirop de chocolate. Con lluvia de chocolate. En tableta. En tamaño industrial. En tamaño mini. Relleno quizás no tanto, pero chocolate sigue siendo chocolate. En bebida caliente

Trama y Polvorosas

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Estos días que estuve en la playa la verdad estuvieron fructíferos. Me encanta escribir frente al mar. Es un cliché. Sí. Lo sé. Pero bueno. No puedo evitarlo. No sé si será la brisa. O lo complicado del mar. Las mareas. Las olas. Los colores. La fauna. La intensidad. Los olores. Cerca del mar los sentidos se agudizan demasiado. Entonces uno imagina y sueña. Yo me entristezco. Me pongo feliz. Añoro. Olvido. Recuerdo. Son demasiadas cosas. Para mí la playa es demasiado fuerte. Realmente lo es. Así que aproveché. Me di cuenta que escribiendo a lo loco iba a llegar a calles sin salida. Así que me puse a trabajar bien mis personajes. A describirlos, no necesariamente como le llegará a los lectores eventuales. Sino para darles vida en mi cabeza. Crearles un trasfondo. Escuchar su voz. Hacerlos reales. Y después me puse a trabajar en la trama. De qué va la novela. Qué pasa. Del punto A al punto B. No es tan fácil como suena. Pero me fue bien. Ahora me queda seguir afinando esos detalles y lan

Una Próxima Vez

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Viernes 25 de diciembre. Nos levantamos temprano. Yo trabajé en mi novela. Abrimos dos regalitos que le pusimos a Clarissa. Nada de Niño Jesús exagerado. Yo me quedé como el interior de Superman, es decir, que en el arbolito habían para mí naranjas chinas. Pero bueno, fue un buen año, no me puedo quejar. Estábamos en Osma, a eso de 40 minutos de Caruao, donde uno de mis amigos del alma tiene una casa. Nos invitó a pasar el día y total que agarramos y montamos en nuestra camioneta prestada lo que parecía la última gira de U2. Sillas. Coche. Un pato inflable que nunca usamos. Paños. Muda de ropa. Arrancamos y como se ha vuelto tradición en nuestros viajes por la costa, pusimos Mecano. Yo amo a Mecano. Me pongo a cantar y me siento que si me lo piden Nacho y José María, yo fácil puedo suplantar a Ana Torroja. Íbamos viendo la costa. Como diría Jorge mi amigo fotógrafo: es maravishoso (él es argentino). Apenas bajamos la curva de Caruao vimos su carro y ubicamos la casa. He intentado varia

VOLVER

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Casi me ahogo. Me picaron unos bichos que me dejaron unas ronchas del tamaño de una lata de torontos. Me dio tremendo dolor de cabeza. Me vino la regla por primera vez en un año. Se me cayó el traje de baño tres veces. Dos veces la parte de arriba. Una vez la parte de abajo. Tuve que aceptar que todavía tengo y probablemente siempre tendré celulitis. Tengo unos rollos que no tenía antes. Discutí con mi esposo por guevonadas. Me acosté temprano. Me levanté temprano. Tuve que dormir con una almohada que parecía un saco de cementos. Tuve una pesadilla que tenía que ver con un incendio. Me quedé mirando como una idiota cómo a mi pana del alma se le clavaba un anzuelo en el pie. Me quedé con las ganas de tomar cerveza. Tuve que dormir con mucho frio y con una pijama poco abrigada. Se me enredó el pelo y ahora parece lo que quizás en algún momento fue una escoba. Tomé unas fotos que quedaron espantosas. Me di cuenta que el lente que me compré a mí misma como regalo de navidad es una mierda.

Al Finalizar el Tono

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Qué ladilla cuando uno llama a una persona y ni siquiera te cae de una la contestadora. Si algún día veo a la tipa que hace la voz de “Al finalizar el tono su llamada será atendida por el buzón de mensajes.” Y con esa voz que uno sabe que está acompañada de una sonrisa idiota, que lo menos que refleja es alegría, sino una especie de gozo asqueroso. Como diciendo “Eso que tú quieres. Hablar con este gevo…no se va a podel.” En fin. Mi deseo no es arremeter contra las operadoras telefónicas. Sino decirles que por unos días voy a estar fuera del área de cobertura. Este Grinch is going to the beach. Ya estamos por el clásico de mi esposo: no puedo creer que llevemos todas esas cosas. ¿Cuánto tiempo crees que nos vamos? ¿Por qué no podemos ir como Ramón? Ramón con tres niños llevaba la mitad de lo que llevamos nosotros. Estoy seguro. Yo me acuerdo. Sí. Yo también me acuerdo. Ramón estaba igual o peor, porque su rolitranco e’ camioneta es burda de más grande que la que tuvimos que pedir prest

¿Cómo se pide el empate?

Pedir el empate. Suena tan común. Tan corriente. Pero, lo que ese término implica es algo que abarca la vida entera. Anoche cenando con mis sobrinitos mi esposo les pregunta: -¿Cómo se pide el empate? Éramos 4. De entrada los hombres dijeron a coro que ellos no dicen: - ¿Te quieres empatar conmigo? O ¿Quieres ser mi novia? Lo clásico. Según mi esposo no se pide. Se va dando. Según uno de mis sobrinos uno dice "me gustaría que fuésemos algo más. ¿Qué te parece?" A lo que yo dije ¡Coño de la madre! Porque ese "algo más" es el típico término masculino que corresponde al lo que se denomina: LABIA. Claro, porque al decir algo más, si a la semana se fastidia de la chama, le puede decir: yo nunca te dije que éramos novios. Algo más puede ser físico. Emocional. Amoroso. Tibio. Puede ser cualquier cosa. Pero mi sobrino me dice: tía, no es tan así. Porque como tú dices con lo de beso. Uno simplemente, sabe. Yo dije que uno se da un beso y cuando se lo da uno sabe, si va pal

Kafka y los días clásicos de diciembre

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Hoy es uno de esos días clásicos de diciembre. No. No estoy hablando del friito que por fin está haciendo en las mañanas, que lo hace a uno sacar la cabeza por la ventana del carro como si fuese un perro ovejero. Exponiendo, dicho sea de paso, las pertenencias materiales y la vida. Ni tampoco lo digo por ese maravilloso cielo azul que es único de la Ciudad de la Furia. Tan parecido a nosotros, que nos hace pensar al levantar la mirada, que de puro azul, no estamos viendo el cielo, sino el mar. Hoy ha pasado de todo. Todo empezó esta mañana. Se me terminó de romper el cosito de la alarma del carro. Está ahora separado de la llave. Cada uno por su lado. Y por más papel peguita (como dice mi mamá) que le pegue, nunca volverán a estar juntos. Así que algún día se perderá y me quedaré varada en un lugar patético como el Tolón y mi esposo tendrá que ir a buscarme arrecho, y cuando llegue, nos daremos cuenta de que el bichito de la alarma de las llaves de repuesto no sirve. Y yo no hice nada

Torta de Plátanos

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Anoche me lancé. En medio de un ataque atroz de flojera, a hacer la Torta de Plátanos. Tengo que empezar por decir que una cosa son las recetas de Julia Child, y su “beuf bourgignon,” y otra cosa muy distinta es la Torta de Plátanos de Armando Scanonne. No joda. Primero, como verán abajo, la receta es un grasero que lo deja a uno mínimo con una arteria principal tapada nada más un mordisco. Adiós trajebaño estas navidades, mi culo se ensanchó por lo menos dos centímetros a cada lado. Después, encontré fácilmente todo menos el papelón. Esta ciudad es insólita. Uno va a un automercado y consigue unas aceitunas importadas con relleno de balleno del Mar de Norte, que cuestan 450 mil bolos la latica de 12. Pero, no consigue una simple y criolla panela de papelón. Así que tuve que esperar a que mi esposo me la trajera del super debajo de su oficina. Por supuesto tuvo que hacer una cola como de hora y media, porque en la cola de 5 artículos o menos se mete gente que piensa que artículo se re
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Ya que no se consiguen carros. Ni modo. En la Ciudad de la Furia todo se vale.

Que siga jugando golf

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¿Cómo se sentirá ser Tiger Woods? No. No me refiero ahorita. Ahorita debe ser como la mierda. Aunque digan que hay niños en Africa que están peor, que hay gente que vive tragedias reales, todo eso lo entiendo, pero Tiger Woods ahorita se debe sentir como la mierda. Yo hablo de antes. En realidad, no soy fanática del golf. Así que no sé nada de la biografía del hombre. Sólo sé que es un tipo que tiene un talento extraordinario, que ha roto yo no sé cuántos records de campeonatos por todo el mundo, y como todo deportista famoso se mete una bola de billete y tiene una esposa que es una de esas mujeres que como dice Carry Bradshaw en Sex and the City "están ahí, sólo para hacernos sentir mal." Yo me imagino que Tiger debe ser una de esas personas que arrastra las bolas de tanto que le jalan. Deben llegar las pobres 10 minutos después que él. Las mujeres se le tirarán encima. Me lo imagino yendo al baño en un restorán y una tipa entre pidiéndole que le firme las tetas. Me imagino

Punto de Vista…erróneo y Torta de Plátanos

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La novela va avanzando. La idea ya la cuadré. Lo consulté con mi esposo y me dijo "está cool. Está muy cool" Creo que eso es una buena señal. Ya me lancé a escribir. Me sentí como Forrest Gump cuando se lanzó a correr. A ver dónde vamos a parar. Lo único que voy a adelantar es que son dos voces. A medida que las fui creando me empezó a preocupar el hecho de si las estaba diferenciando bien o no. Es decir si las voces estaban bien plasmadas. Si el lector sentirá que tiene el punto de vista de dos personas distintas. ¿Qué me doy cuenta? Que estoy escribiendo en tercera persona y no en primera. Y con tercera persona no funciona. Así que me toca cambiar el punto de vista. Es decir tengo que empezar de cero. Pero no importa, eso no quiere decir que lo que ya llevaba escribo no sirve, simplemente tengo que darle la vuelta. Mejor ahora que a mitad de camino. Igual es un logro, porque me estoy involucrando con la historia. Estoy contenta. De verdad que estoy contenta. Así que he deci

Culebra Pitón vs Gemelos Fantásticos

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Este asunto es tragicómico. En realidad es más trágico que cómico. El otro día escucho en la radio que en uno de estos programas donde entrevistan a todo tipo de gente, anuncia como invitado a un "experto en seguridad." Lo primero que me viene a la mente es, que a menos que sea Batman o Superman, yo dudo que este "experto" pueda decirnos algo nuevo, o algo que sirva. Perdí el nombre del señor por andar imaginándome a un tipo con mayitas azul marino, guantes, capa y antifaz llegando a los estudios de Unión Radio para contarle a Carla Angola, o a la locutora en cuestión, su visión sobre el estado de la inseguridad en el país. Lo cierto es que el supuesto experto empieza a hablar, y yo lo único que puedo pensar es que si esas son las conclusiones a las que llegan los expertos, con razón estamos tan jodidos, porque eso lo deduce cualquiera nada más con leer la primera plana de algún periódico. El hombre decía cosas como "todos los fines de semana asesinan a decenas

¿Será que somos felices y no lo sabemos?

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  La semana pasada estuve en el club de lectura (sí, hace ya más de seis meses le eché plomo y es una nota) y me puse a hablar con un nuevo miembro. Es el tío de uno de los que comenzó con nosotros, y es uno de esos señores que cuando uno conoce uno siente que está hablando con alguien así como el mago Merlín. Como le dije después al chamo, quedé enamorada del tío. Si uno pudiera escoger a sus tíos, sin ofender a los que ya tengo, yo haría una fuerte puja por escoger a este. De más está decir que le andan buscando novia y señoras que estén por la edad, pónganse las pilas porque es un partidazo. Estábamos hablando de un libro de Ray Bradbury que se llama Crónicas Marcianas. En parte, una de las cosas que uno logra ver con el libro es que el ser humano lo que toca, lo destruye. El tío de repente nos comienza a hablar de cómo para él las cosas no son tan turbias como nosotros las pintamos. Porque después de todo Bradbury escribió ese libro en el año 50 o antes, y en ese momento vaticinab

Conversación extraña con mamá

Hay conversaciones que uno nunca debería tener con su mamá. Como esta: Mi mamá: Me prestas tu collar rojo. MZ: Sí. Agárralo. Me le quedo viendo. MZ: Má. Se te ve el sostén. Mi mamá: Sí yo sé. MZ: ¿No te vas a poner un topsito, un fondito, algo? Mi mamá: No. A esta edad no me importa. MZ: Má. De verdad se te ve todo el sostén y la barriga. Es trasparente. Mi mamá: De verdad que no me importa. MZ: Má. De verdad, ¿Vas a salir asi? Mi mamá: Ya me fui. Cabe destacar que la camisa que tenía puesta tenía un estampado de culebra y era muy trasparente. ¿Qué está pasando? ¿Cuál de las dos está más vieja? ¿Yo voy a ser así a los 70 años? Hija, desde ya, perdóname. Pero, con razón. Yo vine de alguna parte. Aunque como dice mi hermana, ya estamos como viejas para seguirle echando la culpa de todo a mami. Igual. Yo le cuento esto a un psiquiatra y me bota del consultorio. Con razón le puse al blog: Ayúdame Freud. Hablando de eso ¿Freud dijo algo sobre camisas transparentes de animal print de culebr

¿Noche de Paz. Noche de Amor?

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Foto Cortesía de Manuela Zárate jodida tratando de salir de un centro comercial en pleno diciembre Yo sé que hay gente que se pone toda rosada y alegre apenas empieza a sonar (generalmente a mediados de Octubre, y algún día será en Agosto, ¡Por Dios!) por la radio "Cuando voy a Maracaibo y empiezo a pasar el puente"…. Es esa gente como mi mamá. Que tiene seis cajas en el sótano que dicen Adornos de Navidad. Que guinda bichitos que suenan en las puertas. Que tienen una media de navidad con su nombre, que además nunca llenan (¿Qué coño se pone en una media de navidad?). Que tiene un puto arbolito, que tiene más luces que un partido de baseball. Es esa gente que el primero de diciembre le empieza a decir a todo el mundo: ¡Feliz Navidad! Y se viste de rojo y verde, o verde y blanco y si tienes puesto algo dorado te dice: "Aaaaayyyy, estás celebrando la navidad." Es la típica gente que mientras hace pipí canta "corre caballito, vamos a Belén" y que no puede ten

Scanonne Comming Soon

Una vez más, gracias a todos los que me han dado su voto de confianza con este proyecto. Les aseguro, que como el disco de Serati, "Ahí vamos." Ya tengo tema. Ya sé de que va la historia. Fue muy cómico, porque estaba sentada con mi sobrino, quien reflexionaba sobre cómo y por qué terminó con su novia, y así, sin darse cuenta me dio el hilo de la historia que quiero contar. Ya estoy montando la estructura. Ya los dos personajes principales tienen nombre. Ya tengo par de párrafos. Más adelante, les iré dando noticias. Pero creo que si la cosa sigue así, para la semana que viene estoy haciendo mi primera receta de Scanone. Yum o Yuk, ya veremos.

El Reto: Un añito en el infierno

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He estado pensando mucho sobre lo que ahora llamo mi proyecto. Uno de ustedes me dijo, y es verdad, que no haga nada que no hago ahora. Muy buen consejo y muy válido. Pero otro de ustedes me dijo que le gustaría leer las descripciones de las recetas, y pensé, gracias por el voto de confianza, ese sería tremendo ejercicio creativo. Este fin de semana mi cabeza estuvo tan grande que cuando me vine a dar cuenta había comido más de la cuenta. Es lo que me pasa cuando estoy a punto de hacer algo drástico. Torontos van. Torontos vienen (de paso, pronto haré un post sobre el chocolate más glorioso que existe en la faz de la tierra. No hay otro. No hay. Y la lata cuesta como 60 Bs F ¡Dios!). En fin. Les hice una pregunta y muchos de ustedes me dieron su opinión a través de distintas vías. Y la verdad que eso me emocionó. Después me asustó. Después me confundió. Después me volvió a asustar. Después me tuve que encerrar en el baño a pegar brincos de la emoción. Después me dio dolor de garganta y