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Mostrando entradas de mayo, 2011

Lo que Apesta es el Humo de la Pólvora

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Corrían los noventa. Yo llevaba el pelo batido, demasiado rimel y demasiada pintura de labios y zarcillos desproporcionadamente grandes. Igual de desproporcionadas eran algunas de mis medidas que hacían que me viera mucho mayor de catorce. A lo mejor aquí se van mis chances de renovar mi visa de turista a los Estados Unidos, pero a esa edad yo compré cigarros en una bomba de gasolina del conservador estado de Virginia. Eran Marlboro Lights. Éramos tres amigas. Como siempre, hubo una que no quiso hacerlo, pero nos acompañó fielmente mientras sentadas en un patio trasero cubierto de hojas marrones se nos pusieron los dedos morados con el frío otoñal, y a diferencia de todo lo que nos habían prometido, no se nos pusieron amarillos de nicotina. Cada fumada era trascendental. Cada aspiración te hacía sentir que llegabas a un lugar inalcanzable, poderoso, que tenías en la mano todas las razones que el resto del mundo no tenía. Yo viví la rebeldía de la adolescencia fumando.

Entrevista de: La Foto de la Semana

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Sí, creo que ya se los conté vía redes sociales. Pero se los vuelvo a contar. Manu es la Foto de la Semana en el Taller de Roberto Mata. Estoy muy contenta. Empecé en el taller hace dos años y a pesar de la profecía de "esa cámara se va a quedar ahí agarrando polvo" he seguido. Vale decir que cada vez que uno aprende algo nuevo, que uno descubre un mundo, la mente se abre y te cambia el horizonte. Mi papá y mi mamá siempre han insistido en que pase lo que pase uno siempre tiene que ejercitar el cerebro, aprender cosas nuevas, leer, explorar. Cómo les agradezco esa enseñanza. Y RMTF gracias por publicar la foto. Y a Juan (Toto Aguerrevere) gracias por ser mi modelo estrella. Para ver la foto: http://robertomata.com.ve/rmtf_public/ Foto de la semana - Clara Machado 1. Nombre: Clara Luisa Machado 
2. Profesión: Estudié Historia del Arte, pero todavía quiero ser muchas cosas cuando sea grande. 
3. Equipo: Nikon D700 y una blackbird que todavía saben más que yo. 
4. Lugar y fec

Ficciones IV- Stops (Adela: 2da historia)

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Esa mañana la cola era peor que nunca. Ella intentó en vano levantar la mirada por encima de los carros que tenía adelante y que ya bloqueaban la intersección, comenzando a generar un caos. Las cornetas de vez en cuando sonaban, rabiosas y desesperadas, como si el conductor que depositaba su furia en el centro del volante, haciendo aquel ruido, estuviese lanzando algún rayo poderoso, maligno, capaz de resolver aquel enjambre de metal, vidrio y cauchos. Un policía con sombrero y chaleco blanco caminó lentamente por la acera del Centro Comercial. Iba tranquilo, sin preocuparse por el caos que tenía a su lado. Antes de cruzar la calle un viejo lo paró y el policía le contestó algo apuntando hacia el final de la calle, y luego siguió su camino. Adela lo miraba, y justo en ese momento el teléfono vibró sobre sus piernas. - Aló – - ¿Adela de Battistella? – Ella odiaba la ridícula rima entre su nombre y el apellido de su marido. - Sí. Ella habla. – - Tú marido es tremendo ma

Ficciones IV - Stops

Esta ficción no está terminada...no sé a dónde va. Para los que me habían pedido ficciones lo único que les puedo decir es que los fantasmas han vuelto. Espero la disfruten. Esta es muy Caracas, y creo que es parte de una historia que desde hace ya varios meses tengo ganas de contar. Ojalá haya llegado para quedarse. No hay peor cosa que los stops de los carros. Esas luces rojas que te anuncian que tienes que frenar. ¿Qué tal vivir en una ciudad en la que ves a diario cientos de stops rojos? Salgo de mi casa por la mañana, y ahí están los stops rojos. Salgo del trabajo por la noche y pareciera que se han duplicado. Salgo a un almuerzo fuera de la oficina y me agarra la tarde en la calle por culpa de los stops rojos. Pareciera que los stops rojos no se movieran nunca. Pareciera que Caracas no hubiese existido nunca sin stops rojos. Yo venía en paz por la cota mil. De eso hace dos días. Venía a velocidad media. Vidrios arriba. Aire prendido. Idiota en la radio. Llegando a Terraz

Cenicienta, Diana, Camila, Schwarzenegger, María y "la Otra"

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Érase en una vez, en una tierra muy lejana, una hermosa doncella, huérfana de padre que pasaba sus días atendiendo a sus dos horrendas hermanastras. La muchacha aunque no perdía jamás su hermosura, ni su aire digno y elegante, siempre estaba sucia y por eso los adefesios que tenía como hermanastras comenzaron a llamarla: Cenicienta. Cuento corto: La Cenicienta se aguantó su chubasco, un día un príncipe hizo una fiesta, un hada madrina se apiadó de ella, le consiguió vestido, chofer, hasta guachimán privado, y colorín colorado la doncella pobre y humillada con el príncipe se ha casado. Crecimos con esa paja mental en la cabeza. La bella es la buena. La bella es la pobrecita. La bella es la que gana al final. Y la fea. La fea es la mala. La podrida. La maluca. La que al final tiene que perder. La que no tiene ningún chance de quedarse con el príncipe, porque vamos a estar claros, ¿Qué va a hacer un príncipe con una patona, narizona, regordeta, que tiene los dientes amarillos

¿La Culpa es de la Hamburguesa?

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Esta mañana leí en un artículo que hay un grupo de gente en Estados Unidos, mejor dicho 550 organizaciones, pidiendo a Mc Donald´s el fin de la famosa Cajita Feliz. Alegan que hay una epidemia de obesidad infantil y que el juguete dentro de la caja promueve dicha enfermedad. La compañía por supuesto se defiende, diciendo que sus alimentos son de buena calidad, las porciones adecuadas y que trabaja en campañas de publicidad responsable Dicho sea de paso estas organizaciones se han puesto en contacto con otras empresas como Pepsi-Cola y Coca-Cola, según ellas otras grandes culpables del contagio que ha habido en los últimos años de culos enormes, brazos que podrían ser piernas, barrigas colgantes y todo lo demás, diabetes, enfermedades del corazón, cáncer. Veo todo esto y la verdad es que no dejo de pensar en la pobre Cajita Feliz, en si es la pobre hamburguesa, quien tiene la culpa. Claro que hay que reconocer que la comida de Mc Donalds puede ser cualquier cosa menos san

Una Foto X Día x 28 Días - 4 y 5 Zapatos de Bowling y Perro Salchicha

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Como ya les había contado mi tema era libros, papel, literatura. Aquí van estas dos. La de perro es de un autor en específico...será que alguien lo adivina?

El Avión, El Borracho y El Angel de la Guarda

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No me gustan los aviones. No sé desde cuándo, pero en algún momento me volví una de esas personas que constantemente chequea la expresión de aeromozas o sobrecargos, que escucha con desconfianza el tintineo de los envases de vidrio que están montados sobre el carrito del refrigerio, como si su inestabilidad tuviese la clave del fatal destino que nos espera. Soy de las que mira las alas a ver si están derechas y con sus tornillos bien puestos (como si yo supiera realmente cuántos tornillos lleva un ala o cómo se vería “mal puesta”). Busco humo en los motores y me desespero, literalmente me desespero cuando hacen ese molesto, antipático, corto y desganado anuncio de: estamos atravesando una zona de turbulencia. En estos días estuve en un avión que hizo una maniobra rara a los pocos minutos de despegar. Miré a mi esposo con mi cara usual de pánico y me respondió con la mirada de costumbre de “tranquila, esto es normal.” Pero no era. Rápidamente el piloto anunció que teníamos que re

Madres y el Síndrome de Múltiples Vidas

Hoy en día las madres padecemos de algo que se llama: Síndrome de Múltiple Vidas. Suena a algo parecido al de Personalidad Múltiple, sólo que no encarnas a otra, ni dejas de ser tú, consciente o inconscientemente. Muy al contrario, sigues siendo tú, sólo que vives distintas vidas a la vez. La principal es la de la madre. La que no duerme si el niño está tosiendo, aunque no te pares de la cama, por no querer ser esa mujer sobre protectora y paranoica que hace de sus hijos gente que no se puede valer por sí misma, pero pasas toda la noche con un ojo abierto. Esperando la señal indicada para pararte y tomar acción. Eres la que viste, la que prepara la lonchera mientras a duras penas se come algo para poder decir con toda la autoridad del mundo “yo desayuno.” Eres la que lleva al colegio y se baja, con un ojo puesto en la calle por si viene un ladrón, otro ojo en el niño para bajarlo con cuidado y un tercer ojo puesto en la cantidad de cosas que llevas encima. Lonchera, llave