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Mostrando entradas de enero, 2014

Third World Chronicles

Esta es la dirección del nuevo blog:  www.thirdworldchronicles.blogspot.com

Crónicas del Tercer Mundo

En estos días commence un blog en ingles, se llama Third World Chronicles , (Crónicas del Tercer Mundo). Mi idea es escribir crónicas sobre la vida diaria en un país que ya parece que baja del Tercer Mundo al Infra-Mundo. Lo cuento en inglés porque la idea es compartir con gente que vive en el Primer Mundo. Un mundo que ya se nos hace tan lejano, que aunque estamos en el mismo planeta pareciera otro totalmente distinto. Tengo algunos amigos que he hecho a lo largo de la vida que no hablan español, me hacen muchas preguntas sobre mi vida aquí y esta es mi forma de contarlas. También la meta es llegarle a desconocidos, a gente que entre por casualidad, o porque le llama la atención el título. Me lo imagino. Al americano que vive pendiente de las Kardashian, de su café Starbucks, que no piensa en elecciones, que no se imagina la escasez, que le parece que el secuestro es algo tan lejano, lo ve como algo del cine o de tabloides amarillistas, de enfermos mentales que están muy l

El Prototipo del Chavista y yo

En estos catorce años hemos venido desarrollando el prototipo del chavista.  El que ha servido de base e instrumento para la instauración del gobierno cuyas políticas tiene a Venezuela en ruinas.  Tal vez no lo conocemos personalmente, pero si sabemos muy bien quién es. Camisa roja casi siempre. Expresión dura. Resentido. Amargado. Envidioso. Tiene poco talento y busca conseguir lo que quiere al mejor modo del parásito, quitándole a los demás lo que tienen, desde su puesto de trabajo hasta los pequeños placeres. Está tan consumido por el resentimiento y la baja autoestima, que es capaz de quedarse  sin lo básico con tal de que los demás no los tengan. No escucha argumentos. No cree en diferencias de opinión. No tiene principios. Se basa en antivalores. No reflexiona. No le importa nada. No piensa en el futuro, ni le importa. Le da igual lo que sea de sus hijos, con tal de que sean fieles a esta realidad, en la que mejor no existe, ni peor tampoco, sólo existe que nad

Canciones para mi muerte: Slipped, The National

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Algunos de nosotros andamos por ahí con secretos. Cosas inconfesables. Pasados tan remotos que ya han perdido la estructura de la realidad. Como si la vida que dejamos atrás fuese un cuento, un producto de la ficción, una especie de libro mágico, sólo nuestro, y está escrito en ese espacio que llamamos memoria. A veces, esos secretos, esos recuerdos, esas historias tienen un contenido que no sabemos cómo reproducir, vuelven. No importa el talento frente a las letras. Reproducirlo. Contarlo. Asumirlo. Es demasiado. Entonces dan vueltas dentro de nosotros. Esas escenas, esos momentos en los que tocamos la oscuridad. En los que palpamos el fondo de un abismo que sólo está abierto para quienes toca la compuerta de la tragedia. Nos hacemos solitarios. Nos encerramos en ese pasado que va impregnando el presente. Como si la vida fuese multicolor y esos recuerdos, esas heridas, dejaran de sangrar pero continuara manando de ellas un líquido, una tinta, que ennegrece todo, que lo c

Vuela

Hago café. Regreso al baño. Me miro al espejo. Me quejo. Abuso de mí. Me digo las cosas que debería decirme alguien. Basta de mentiras. En serio. ¿A quién quieres engañar? De vuelta a la cama. A la seguridad de la sábanas. Sueños. Pronto. Millones de sueños. Mundos imaginarios. Universos paralelos. No las mismas imágenes por favor. No las mismas palabras. Otra persona. Otra realidad. Otro mundo. Lo voy a hacer esta vez. Una sola vez. Voy a preguntar ¿por qué? Al menos un día. De vez en cuando, entre la copa de más y el cigarro que no tocaba es justo hacer las preguntas llanas, las menos profundas, ¿por qué? No. Yo sé. Yo entiendo. No quiero profundizar, quiero preguntar, ¿Por qué? ¿Estás segura que has tomado todas tus medicinas? No. Tampoco dónde quedó el teléfono, y ahora que lo pienso tampoco encuentro aquel producto para quitarle las pulgas al perro. Eres nociva. Tóxica. Estar cerca de ti es vivir en la zona de desastre. No tienes arreglo. No sirves. Bota esta vida. Cam

Las lecciones de nuestros Maestros

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Nota: Si lees esto. Se lo debes a un maestro. Tarea para el día de hoy: Buscar un maestro y darle las gracias. Richard Weinback se llamaba el maestro que me abrió el camino para entender que lo que yo quería en la vida era educar. Tenía catorce años y la clase era Historia Europea. Recuerdo que llegué a su salón con una profunda flojera sobre el tema, que entre globos terráqueos y libros veía que esa clase, la última los viernes por la tarde, sería una tortura semanal. La constante carrera con el reloj de la pared que se negaría a pasar rápidamente para liberarme cerca de las tres y media y dejarme disfrutar mis penas y alegrías de adolescente atormentada. Recuerdo que en las primeras clases él me dijo, un día verás cómo lo que aprendes aquí será precisamente lo que los hombres admiran en ti. Yo pensé, está loco, el último tema que tocaría con un hombre sería historia europea. Por supuesto estaba totalmente equivocada. Al final de año no sólo tocaba el tema con mi novio, o

¿Qué me llevo si me voy?

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Cuando tenía diecisiete años y vivía en el internado en Estados Unidos mis papás me regalaron un documental sobre Isaías Medina Angarita. De tantas cosas que recuerdo la que más me impactó fue la parte sobre el final de su vida. Luego de haber sido exiliado, cuenta su esposa, que cuando ya estaba muriendo le permitieron regresar a Venezuela, y apenas se bajó del avión se lo llevaban en silla de ruedas y con el ímpetu de los viejos le ordenó al enfermero, “¡Páreme! Quiero pisar suelo venezolano!”. Yo estaba en plena adolescencia cuando vi el documental y me emocionó profundamente, más de lo que la historia suele conmoverlo a uno tan temprano en la vida. Quizás por lo bien que estaba contada y porque yo estaba en pleno exilio, o algo por el estilo. O lo que eso puede ser para una adolescente que se fue huyendo de un colegio en el que no se encontraba.  No me reconozco desde hace años entre muchos algunos de mis compatriotas. Y no hablo del chavismo. Es otra