Pequeñas cosas buenas
Pues sí. Está todo muy complicado. Pero aún quedan cosas maravillosas aquí. Las cosas pequeñas, esas que uno no toma en cuenta hasta que las pierde. Tan sencillas como un café y un cachito de panadería a media mañana. Así que voy a tratar de irlas enumerando. Enfocarme en eso. Los pequeños placeres que nos hacen disfrutar la vida. No todo es drama y fatalidad. Aún quedan muchas cosas buenas en Venezuela. Hay muchas razones para amarla.
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