Día 3: Una canción que te recuerde a tus padres / o uno de ellos
Cuando existía la Televisora
Nacional Canal 5 mi papá me sentaba junto a él a ver programas culturales. De
vez en cuando salía un concierto, entonces mi papá me ponía a decir en voz alta
el nombre de los instrumentos cada vez que las cámaras enfocaban a un músico en
particular. Yo gritaba ¡Fagot! ¡Clariente! ¡Corno inglés! y mi favorito
¡Contrabajo! El siempre tenía un comentario como, ¿te das cuenta lo que
le debe pesar al músico ese instrumento? Luego contaba algo sobre lo que
estábamos viendo. La historia de la pieza, del compositor, y siempre
un comentario sobre el director, ¡mira alza los brazos ahora porque está
furioso!
A través de mi mamá aprendí a amar la ópera Italiana. Nos
sentábamos a ver las puestas en escenas de la
ópera. Lo que más me gustaba era que
mientras cantaban me contaban la historia, narrando el cuento. Tosca, La Boheme, Madame Butterfly y
mi favorita, Turandot. Me encantaba como mi mamá llegaba a la última parte de ese cuento, “entonces la princesa le hace la última pregunta y él responde,
¡Turandot!” O cómo se emocionaba cuando Tosca celosa mandaba a su amante a
cambiar el color de los ojos de la pintura que realizaba. Ella lo decía en
italiano “ma fa gli occhi neri”, no habla el idioma, pero se sabe las óperas de
memoria.
La música también comienza siendo una historia, y
siempre termina existiendo una historia detrás de la música que escuchamos. A
través del arte construimos nuestra historia.
Escojo el día de hoy esta pieza, que
me recuerda sobre todo a mi mamá. Va Pensiero de Verdi. Se conoce como el Coro
de los Esclavos Hebreos. El nombre completo es “Va, pensiero, sull´alli
dorate”, Ve, pensamiento, sobre alas doradas. Pertenece a la Ópera Nabucco, que
trata sobre el exilio de los judíos, luego de la pérdida del Primer Templo en
Babilonia.
Para mucha gente, incluida mi
mamá, se conoce como el Himno de la Libertad de Verdi. Muchos estudiosos lo debaten,
pero para algunos esta pieza se refiere al deseo de los italianos de ver su
patria unificada, cuando a mediados del siglo XIX estuvo dividida bajo el
dominio extranjero. Sobre todo bajo la garra del imperio austro-húngaro.
El coro tiene una letra
bellísima y dice cosas como, “O mia patria, si bella e perduta”. O mi patria,
tan bella y perdida.
En esta representación de
Ricardo Muti en Roma, año 2011, al final del canto alguien grita “¡Viva Italia!”
Y él dice “estoy de acuerdo con ese Viva Italia. El maestro luego hace una
reflexión al final, y dice algo así como “si no reflexionamos sobre la cultura
bajo la cual se formó nuestra Italia, realmente estará perdida”.
Con el permiso de mis familiares
y amigos italianos, no puedo dejar de pensar en lo que este coro, también puede
significar para los venezolanos. La cultura no tiene fronteras, no tiene época,
son mensajes universales que trascienden cuando realmente llevan un discurso
sobre lo que es fundamentalmente humano. Es el caso de esta obra de Verdi.
Así fue como mis padres me
enseñaron a amar la música, el arte, el pensamiento. Me emociono mucho cuando
escucho esta aria, se me salen las lágrimas a pesar que no distingo bien las
palabras, porque se siente el canto por la libertad, la añoranza por ese sueño
perdido, por esa patria, esa tierra tan deseada que se cuela entre las manos. Fue
con música, entre otras cosas, que nos enseñaron a valorar la
libertad. El arte es instrumento de transmisión de valores, y yo me siento
prueba de ello.
No miento. A veces uno llega a
casa de mis padres y esto suena a todo volumen. Esto para mí es un recuerdo de
infancia, de adolescencia, de adultez, es un presente, es también un llamado a
la lucha constante por hacer de este un país libre y mejor, todos los días de
nuestras vidas.
Gracias a mis padre, por haberme
enseñado a amar y valorar esto.
En italiano
Va, pensiero, sull'ali dorate;
va, ti posa sui clivi, sui colli,
ove olezzano tepide e molli
l'aure dolci del suolo natal!
Del Giordano le rive saluta,
di Sionne le torri atterrate...
Oh mia patria sì bella e perduta!
Oh membranza sì cara e fatal!
Arpa d'or dei fatidici vati,
perché muta dal salice pendi?
Le memorie nel petto raccendi,
ci favella del tempo che fu!
O simile di Solima2 ai fati
traggi un suono di crudo lamento,
o t'ispiri il Signore un concento
che ne infonda al patire virtù.
che ne infonda al patire virtù
che ne infonda al patire virtù
al patire virtù!.
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En español
¡Ve,
pensamiento, con alas doradas,
pósate
en las praderas y en las cimas
donde
exhala su suave fragancia
el
dulce aire de la tierra natal!
¡Saluda
las orillas del Jordán
y
las destruidas torres de Sion!
¡Oh,
mi patria, tan bella y perdida!
¡Oh
recuerdo tan caro y fatal!
Arpa
de oro de fatídicos vates,
¿por
qué cuelgas muda del sauce?
Revive
en nuestros pechos el recuerdo,
¡Que
hable del tiempo que fue!
Al
igual que el destino de Sólima
Canta
un aire de crudo lamento
que
te inspire el Señor un aliento,
que
al padecer infunda virtud,
que
al padecer infunda virtud,
que
al padecer infunda virtud,
al
padecer, la virtud!.
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