2. La Fuerza del Destino, Mecano
2.
La fuerza del Destino, Mecano.
No
sé qué año era, aólo sé que salí de ese concierto con
una franela de Descanso Dominical y que de tonta la regalé un día que estaba
limpiando el closet. Fue el primer concierto al que fui en mi vida. Mi hermana
me decía que tuviera cuidado, que no me metiera en la olla, que en la olla del
Poliedro hasta cuchilladas repartían. No sólo me metí, estuve
cerquita de Ana Torroja y de José María Cano, y me enamoré de Nacho, y a veces
todavía lo recuerdo como mi primer amor musical, vía vivo y directo. Y cuando
años después volví para verlos una última vez con la gira de Aidalai confirmé
que Mecano es sin duda mi grupo favorito.
Es
una lástima que se hayan disuelto, pero la verdad, a juzgar por el último
disco, Ana, Jose, Nacho no había nada que hacer. El desgarro del que para mí es
su mejor disco, Descanso Dominical, ya no estaba. Cada quien estaba en lo suyo.
Ana en su nota rebelde, Nacho con su idea de salvar el mundo un instrumento a la
vez y José María con esas baladas.
La
verdad aquí debería poner todo Mecano y más canciones de Mecano vendrán para
esta lista pero seguro, tal vez la última canción de mi lista, si es que algún
día llego a ella, será aire, porque ¿quién no ha soñado en algún momento que
era aire? Mecano siempre cierra con Aire, sin embargo, La Fuerza del Destino es
para mí su mejor canción. Aunque Héroes de la Antartida le llega muy cerquita.
La Fuerza del Destino me recuerda una relación que tuve y que fue muy intensa, muy
llena de casualidades, de esas cosas que te tenían que pasar, porque te tenían
que pasar y de las que no tenías escapatoria. Y además la Fuerza del Destino
fue la primera conversación musical que tuve con una pareja.
La historia de amor que empieza por casualidad, que empieza mal, que no sabe bien a dónde va, que se va a dando poco a poco, por la fuerza del destino. Esa sensación de que es inevitable, de que la gravedad entre los dos no es algo contra lo que se pueda o valga luchar, y que luego de pronto, todo revienta. Y sin embargo, más adelante, sabes que van a volver, porque en el fondo la fuerza del destino se intuye.
Al final ese es el juego en la vida. El balance entre dos fuerzas. La fuerza del destino y la fuerza de voluntad.
Aquí
se las dejo.
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