Julian Barnes, The Sense of an Ending
Entre mis experiencias de lectura están los libros que me
sorprenden. Voy a confesar que a veces si escojo libros y los juzgo por la
portada. El factor editorial cuenta en mi caso. También cuenta, no lo voy a
negar, los premios que ha ganado y los distintos comentarios de la crítica de
periódicos de alta circulación que suelen poner en la contratapa (y a veces en
la misma portada) frases que siempre son las mismas, si te pones a ver. Esto me
sucedió con The Sense of an Ending the Julien Barnes. La época del año en que
hago mayor compra de libros es en el verano, a menos libros en inglés y este se
vino conmigo el verano pasado. Me llamó la atención que en el 2011 se había
ganado el Man Booker Prize. Nunca había leído a un Man Booker Prize y suele uno
darse cuenta que los premios también tiene su manía de premiar cierto tipo de
obras. Entré al libro sin saber qué esperar. ¿Amor? ¿Decepción? ¿Sexo? Una
narrativa concreta. Más bien abstracta. Densa. Altamente descriptiva. Ritmo
lento. Pausado. Idas y venidas en el tiempo.
La verdad este libro terminó siendo un poco de todo eso,
salvo por lo del ritmo lento. La verdad es que si de ritmo hablábamos es más
bien una cadencia constante y aunque rápida no es la palabra que estoy
buscando, lenta tampoco. The Sense of an Ending es la reflexión de Tony sobre
los episodios más importantes de su vida emocional. Su primer amor, su relación
con sus amigos en la adolescencia y cómo esta evolucionó o no lo hizo hacia el
final de su vida. Es la historia de un hombre que reflexiona sobra su vida y
trata de buscarle el sentido, la importancia a través de la propia
insignificancia. Lo más sorprendente de este libro, más que los giros de la
trama, es como el argumento, el cual es complejo y sumamente profundo, se va
desarrollando frente a tus ojos, mientras el viaje literario te está llevando a
identificar escenas de tu propia vida, hasta que de pronto te das cuenta que
has comenzado a reflexionar sobre tu propio pasado. Cuestiones tan complejas
como la memoria. La historia. No sólo o no tanto, la historia universal, sino
nuestra propia historia.
¿Quién es el autor de nuestra biografía? Tal vez nunca la
escribamos, pero nuestra biografía está allí, dentro de nosotros, en ese
recuerdo que sube cuando suena una canción en la radio que nos recuerda la
adolescencia. ¿Cómo procesamos los
recuerdos? ¿Qué queda realmente de lo que fuimos? A veces con el paso del
tiempo nos arrepentimos o más bien confirmamos que alguna decisión fue la
correcta. Buscamos excusas para el daño que hicimos o simplemente lo olvidamos.
Tal vez vivamos con alguna herida que no procesamos porque pensamos que el
tiempo todo lo cura, y no que todo lo guarda, y lo que es más, el tiempo todo
lo distorsiona.
Un libro sencillo, sin pretensiones, cuya historia termina
por centrarse en un tema central para el ser humano: la trascendencia, la
evolución. La relación entre tiempo y memoria como catalizador de nuestra
conducta y nuestro ánimo. Como aquello que nos ayuda a evaluar quiénes somos.
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