Placebo: Plasticine
Hablar a través de la música. Dejar que fluyan. Que vuele
todo a través de las notas y los versos, y esa fusión de melodía y poesía. Es
mi forma de arte favorita. Es el climax de la expresión. En mis relaciones más
profundas me he comunicado mucho a través de la música. Mis diálogos tienen
banda sonora. Mi vida tiene banda sonora.
Plasticine es una canción cuyo tema me fascina. Habla de la
belleza y dónde se encuentra. En los ojos de un sueño joven. En el deseo. En
los corazones redimidos. Sobre todo habla de no olvidarnos de ser nosotros
mismos.
Esta canción siempre me deja pensando sobre el mundo y mi
lugar en él. Vivo con la sensación de que quiero comerme el mundo. De que
llevo por dentro algo que están grande que me desborda. Me pasa con el amor y
con la tristeza. Me pasa con la rabia. Me pasa cuando estoy frente a una
injusticia.
A veces pienso en qué soy. Quién soy. ¿Cuáles son las cosas
que me definen? Cualidades. Defectos. Metas. Mi lado oscuro, del cual no me
puedo apartar. Dónde están los catalizadores de todas esas fuerzas. En estos
días me quejaba con terapista. ¿Por qué? ¿Por qué tendré que tener un lado
oscuro? ¿Por qué no podré alejarme de él? ¿Por qué querer acercarme a las
cosas, las personas que lo exacerban? Hay varias respuestas. Unas más concretas
que otras. Unas de las que no quiero hablar ni en su consultorio, ni aquí. De
esas hablaré en ficción. Usando el camuflaje de las palabras para exponer los
sentimientos de la forma más abierta. Al final es lo que queda. Los
sentimientos. Las almas estragadas. Tentáculos de los recuerdos.
Pienso en mi búsqueda. En lo que me define. Mis verbos. Mis adjetivos.
Mis palabras. El animal que soy. La mariposa. La poesía que me mueve. La que me
impulsa. El motor de mis pasos. Lo que me lleva a abrir los ojos. A respirar.
Mis constante necesidad de movimiento. Interno y externo. Nada puede ser
pasivo. Ni comedido. Todo en extremo. La vida en tres, cuatro, seis
dimensiones. Un sueño en cada una de las 300.000 estrellas de la Vía Láctea.
No te olvides de ser cómo eres. De ser cómo tú. Sexo y todo
lo demás. Cigarro y esas otras cosas. Libros, historias y sueños. Cartas de
amor y novelas cuyo final es incierto. Inconcluso. Las fantasías demasiado
reales. La realidad sórdida, absurda, que se va dibujando en escenas llenas de
escarcha.
No te olvides de ser cómo eres Manu. Pelo rulo. Uñas de
colores. Sueño ligero. Pasos seguros. Un corazón roto, pero en pleno
funcionamiento. Delineador. Mariposas. Ranas. Demasiadas palabras. Mirada
esquiva. Ganas de correr. Desorden existencial. Gula emocional. Cuadernos.
No te olvides de ser cómo eres Mariposa. Es demasiado fácil
olvidarse. Es cómodo y sencillo. Es una trampa. Es más fácil ser poco auténtico y
cobarde.
No te olvides de ser cómo eres. Don´t be Plasticine.
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