Nunca es tarde


Nunca es tarde. Nunca es tarde para cambiar de vida, para reorganizar tus esquemas y finalmente intentar contestar la pregunta. ¿Quién crees que eres? Nunca es tarde para decir aquello que nunca dijiste, aunque ya los eventos se hayan ido por otro lado. Nunca es tarde para desesperase, para levantarse y actuar. Nunca es tarde para revertir el proceso que un día te hizo creer que eras alguien maduro y sabio. Nunca es tarde para volver a encontrar una causa no perdida. Nunca es tarde para agarrar un lienzo y allí dibujar una bandera que vas a cargar al hombro, y que va a ser el estandarte de tu vida, aquello que represente tus creencias, tus metas, que no tus logros, porque en las banderas no hay cabida para la vanidad. Porque los cabrones, enamorados de sí  mismo, dejan de amar el mundo. Aunque los pusilánimes que no se amen a sí mismos, tampoco pueden amar el mundo. 

Nunca es tarde para desmontar los esquemas que te obligaron a reprimirte y a dejar de hacer cosas, que tal vez no habrían cambiado el mundo, pero habrían cambiado tu historia. Nunca es tarde para retractarte de una palabra hiriente, ni tampoco para pedir devuelta esa declaración de amor que hiciste en vano, a alguien que no la apreció, no la sintió y la utilizó para alimentar un ego que lo que único que hizo fue hacer de este mundo un lugar más egoísta. Sin embargo, nunca es tarde, y es tal vez mucho más importante, para decirle a alguien de frente y sin tapujos todo lo que sientes. Todo lo bueno que sientes. El amor. La admiración. Las ganas. La simple y llana gratitud con el mundo, con la vida de verle llegar. De ver que contesta tus llamadas sin pensárselo demasiado. De darte la oportunidad de estar cerca con toda la tripulación de fantasmas del pasado, con el exceso de equipaje emocional, con problemas en los controles de navegación, un ala averiada, la otra soldada varias veces luego de haberse roto. Con todos tus problemas en el tren de aterrizaje que pareciera nunca poder funcionar. ¿Será que este avión aterriza? Nunca es tarde para decirle a alguien que tienes cerca, la cantidad de cosas que tienes que decir para hacerle sentir bien. 

Nunca es tarde para aprender a no devolver la sopa cada vez que le falta una pizca de sal. Generalmente la vida te la devuelve muy salada y con algo más. (Yo tengo muchos amigos que han trabajado de mesoneros, de verdad, piénsatelo dos veces. En la literal y en la metafórica, si la vida te da una sopa desabrida, párate y busca un salero). Nunca es tarde para aprender a devolver un mero a la plancha que huele a putrefacción de salitre, para decirle a alguien, con todo el respeto y asumiendo las consecuencias de tus acciones, ¿Sabes qué? Esto no fue lo que yo pedí. Nunca es tarde para aprender que en la lucha por lo que quieres hay sólo una regla que no puedes romper bajo ninguna circunstancia, lo cortés no quita lo valiente. 

Nunca es tarde para empezar a usar la ropa que de verdad te gusta. Nunca es tarde para limpiar el closet y  botar todo lo que ya no usas. Incluso esas amistades tóxicas, que a veces reconoces que no te aportan un valor real, sino que son más bien un peso. Una carga. Un juicio constante. Una especie de tarea que tienes que hacer para complacer a alguien que hace años, en nombre de la libertad que sentías cuando "lo pasábamos tan bien" y "nos reíamos tanto" se hizo una especie de pacto tácito de acompañarse el resto de la vida. Y sí, allí han estado en los momentos en que has caído con la cara al lodo, ahí estaban para escuchar el cuento del tipo del que te enamoraste. Ya va, de pronto llueven las críticas y resulta que hay un par de comentarios ácidos sobre tu estilo de vida. De pronto ya no tienes un amigo o amiga. Ya no es esa persona que se iba a reír contigo, sino que pareciera que se está riendo de ti. 

Nunca es tarde para entablar una amistad nueva. Para irse conociendo y reconociendo esa nueva afinidad. Con alquilen que vibra a tu nivel, que entiende tu idioma. Y no porque uno quiera ser una especie de video ambulante de la canción de Roberto Carlos, sino porque en la vida siempre hacen falta amigos. Porque somos parte de una unidad. 

Nunca es tarde para aprender algo nuevo, porque el que dice que loro viejo no aprende a hablar, no aprende, pero no por viejo, sino por estrecho de mente. Nunca es tarde para abrir la mente, y entender una posición a la que vivimos durante años, radicalmente opuestos.  Nunca es tarde para aprender que las frivolidades no equivalen a nada, pero que de vez en cuando las puedes usar como esos pequeños placeres que te hacen más alegre un día. 

Nunca es tarde para amar y aprender amar. Nunca es tarde pare decir adiós y cambiar de ambiente. Nunca es tarde para besar, y besar mucho. Nunca es tarde para comer bien y también para darle rienda suelta a ese placer del que siempre te reprimes. Nunca es tarde para tomarte una copa de vino solo, un día porque sí. Nunca es tarde para ir al cine solo. Para leer un libro en un café, para conversar de política con un perfecto extraño.  Nunca es tarde para aprender sobre generosidad, y dar sin estar pensado todo el tiempo qué será que me están pidiendo a cambio. Dar y punto. Nunca es tarde para aprender a saludar a viva voz a todo el que se te cruza, y decirle al marcharte, que tengas un feliz día. Nunca es tarde para consolar a alguien y darle un abrazo. Nunca es tarde para aprender a cuidar flores, ni para buscarte una mascota, nunca es tarde para tratar de cumplir la resolución de ser más ordenado. 

Nunca es tarde para arriesgarte a vivir un sueño. Nunca es tarde para soñar con un  paso más allá. Nunca es tarde para escuchar música nueva, o leer ese clásico que nunca leíste en bachillerato o leer un bestseller, ir a un museo, ver películas que generalmente no ves. Nunca es tarde para coleccionar algo, para arrancar un nuevo hobby o para empezar a hacer ejercicio. Nunca es tarde para aprender a cocinar y hacer algo que cuando lo vayas a cocinar digas "voy a hacer… a la Yo." Nunca es tarde para responder ese mail que se quedó ahí durante meses, ni para llevarle a alguien el regalo que se te había olvidado. 

Nunca es tarde para decir lo que piensas, y liberarte del odioso filtro que nos enseñan a poner a lo que pensamos, supuestamente para protegernos de algo que nadie sabe bien qué es. La envidia de los demás, tal vez. Nunca es tarde para actuar acorde con lo que sientes. Para dejar que tu corazón sea libre. Nunca es tarde para pensar en el pasado y sacar las lecciones que debes sacar, pero también para superarlo y dejarlo, efectivamente, pasar. Nunca es tarde para planificar el futuro. Nunca es tarde para abrir los ojos y dar las gracias por estar vivo. 

Nunca es tarde para embarcarte en ese viaje que siempre has querido hacer. En avión. En barco. En bicicleta o a pie. Sólo o con alguien que amas. Nunca es tarde para aprender a disfrutar de la compañía, o para aprender a estar solo. Nunca es tarde para atracar en ese puerto que tanto te llama la atención y que has pasado de largo varias veces. Nunca es tarde para perder la pena. Nunca es tarde para vencer el miedo. 

Nunca es tarde. Nunca es tarde para llegar a ser quien eres. Mientras haya vida. Nunca será tarde. 

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
EXCELENTE!! Merece ser publicado (aparte de tu blog) para que muchos lo lean. Realmente me llego este post, bravo Manuela! Especificamnete decidi este anyo hacer la limpieza de viejas amistades que son un peso, fue solo una pero valio la pena.....Ahora tendre q seguir con los otros "nunca es tarde" me inspiraste!

Andrea
Clara Machado ha dicho que…
Gracias Andrea! Me alegro. Bueno así es. Definitivamente a veces uno tiene que darse cuenta cuando algo es tóxico y cortar por lo sano. Uno siente mucha culpa también, pero a veces uno tiene que pensar un poco en uno, y darse cuenta que la felicidad es tu propia responsabilidad, y no se trata de herir a los demás, porque eso en el fondo tampoco te hace feliz. Se trata de saber cuando alguien simplemente no te suma. Gracias de nuevo. Cariños.
Arianna Corral López ha dicho que…
Este post es maravilloso!!
Por favor, perdona que no argumente mi comentario, pero es tan bueno que sólo puedo decir que lo amé...

Arianna.
Clara machado ha dicho que…
Tan bella Arianna! Mil gracias. A veces eso eso lo único que hace falta decir! :D Me hiciste del día. jeje. Saludos.

Entradas populares de este blog

¿Cómo se pide el empate?

¿Ver Luis Miguel? ¿Qué cosas dices pisha?

Soy desordenada ¡Qué carajo!