Dime Cómo lo Tomas, y Te Diré Quién Eres


El café es quizás uno de los temas más sensibles y más personales que existen. Hay quien no se puede levantar sin tomarse un café. No existe. No se le puede hablar porque contesta golpeado y de mala manera. Como si buenos días u hola fuese algo así como vete a la mierda en cuti. Una vez que se toman el primer sorbo cambian de manera espeluznante. Como las aeromozas que son capaces de mandar a la mierda a un pasajero, diciéndole, señor ese maletín tiene que ir en el compartimiento de equipaje y hasta que no lo mande no puede abordar. Una vez que el infeliz entrega el coroto, temiendo que se lo pierdan y le roben lo que tiene adentro le dice con sonrisa de Miss Anzoátegui “gracias por volar con Aerobipolar, buen viaje.” Este tomador de café, por lo general, no tolera bien las rascas y es propenso al ratón.
Después está el que no puede desayunar sin café. El que tiene pedirlo antes de que le traigan el perico con arepa, o las panquecas. Generalmente este tomador de café se baña en la mañana y es más bien sin la ducha que no puede vivir. Si no mete la cara debajo del chorro no se despierta y se pasa todo el día pajeado. Este sufre con la escasez de agua, y está a tirito de que lo boten del trabajo por llegar tarde. Eso sí, si llega a la panadería o la cocina de su casa y le ponen el huevo frito antes del marrón, ahí sí colapsa por completo. Este pana, tiende a ser el que no puede tomar café sino hasta las 12 del mediodía porque si no, no duerme.
Ese es otro tomador de café. El que tiene un límite de consumo. Por lo general es la persona hiperactiva, extrovertida y habladora (esta servidora). Si se pasa del límite a ingerir en 24 horas, se vuelve una especie de Demonio de Tasmania. Sufre de taquicardia. Espasmos en el esófago. Acidez. Problemas de respiración. Tensión muscular, sobre todo en los antebrazos, y no le queda otro remedio que ponerse un Ipod y empezar a brincar y saltar, cantando como desorientado mental para quemar el exceso de cafeína y volver a la normalidad. Para este tipo de tomador de café, el líquido es más que una bebida. Es una droga. Si por algún motivo no la puede tomar, sirve el placebo, por ejemplo si está en estado de gravidez, se toma su descafeinado. Pero siente que algo está tomando. Esta persona se toma el café como sea. Frío. Caliente. Con leche. Negro. Colado. Expresso. Guayoyo. Grande. Pequeño. En taza de vidrio. En vasito de plástico. No le importa si los granos son de Sumatra o del conuco ilegal que tiene el vecino en el balcón del apartamento. Este tomador agarra manquesea fallo. Café es café. Generalmente no se amarga si no se lo toma al levantarse, y prefiere tener algo en el estómago antes de zamparse la taza, por aquello de la sensibilidad al efecto secundario. Pero, si por algún motivo comienzan a pasar las horas y no se ha tomado el café, los efectos de la abstinencia pueden llegar a la narcolepsia.
Luego están los tomadores que no pueden pararse de una mesa sin un café. No importa si los está esperando una tetona desnuda para hacer el amor de 10 maneras diferentes, si tienen una reunión con el presidente de lo que sea y si llegan tarde pierden trabajo, sin trabajo a la esposa, sin la esposa a los hijos, sin los hijos el carro, y así. Pero este pana se tiene que tomar el cafecito antes de pararse de la mesa, lo más que puede hacer es tomárselo mientras revisa la cuenta. Pero jamás se irá sin tomarse el cafecito. Porque no se le va a parar si se va a reunir con el bombón, o se le olvidará la presentación y meterá la pata. En cambio después de su café es más duro que Tiger, y puede sacar la mejor excusa para el retraso y encima meterse al jefe en el bolsillo. Este tomador, por alguna extraña razón, es inmune a los efectos del café. Es decir, no le quita el sueño. Más bien al contrario, es de los que sufre de soponcio vespertino, mejor conocido como Hora del Burro. Si la reunión después del almuerzo dura más de 44 minutos, al minuto 45 empiezan a írsele los ojos. Se tiene que aflojar la corbata. Se echara para atrás en la silla. Suda. Este tiene que echar una siesta de 7 minutos más o menos. Él puede tomar café de noche. Casi que podríamos decir que lo ayuda a dormir.
Después tenemos a la amiga que todas las tardes toma café. Es la que siempre está llamando a alguien golpe de 4 para irse a un lugar, estilo novela mexicana, donde tomarse una taza. Generalmente el café que pide es grande y acompañado de un vaso de agua, para que la conversa pueda durar. Es la propia persona que no se puede plantear nada en la vida sino tiene la cafeína por delante. Si algún día le falla se paraliza. No termina con el novio, ni se empata. No se casa, ni se divorcia. No podría ni pedirle permiso a un pie para mover el otro, pues cualquier decisión tiene que tener una taza por delante. Esta persona tiende a ser habladora e indecisa. De esas que analizan todas las posibles consecuencias hasta del color de camisa que se van a poner, de las que piensan que si se cayeron no fue porque tropezaron con un escalón, sino porque ese día se pusieron unos tacones muy altos. Y le dan, y le dan, y le dan el asunto hasta que otra cosa las obliga a cambiar de tema. Es la típica persona que si no le traen el café como le gusta le dicen al mesonero: esto no fue lo que yo pedí. Generalmente este tomador de café fuma. Y cuando prende el cigarro dice: tengo que dejar de fumar. Siempre pide la carta de postres y mientras la ve dice: aayy no. Y yo estoy a dieta. Pero siempre termina pidiendo algo. Porque no hay tarde que se pueda sobrevivir sin lo que esa persona llama los tres excesos necesarios del ser humano: el café, el cigarro y el dulce.
Después está ese amigo que uno tiene que pide un café que uno, dentro de su racionalidad, sabe que no existe. Cosas como el marrón claro grande. Uno siempre le pregunta ¿Cuál es la diferencia entre un marrón claro y un con leche? Y aunque ellos creen que responden algo que es totalmente diferente a lo que respondería cualquier transeúnte ante la pregunta: ¿Cómo se prepara un con leche? Uno sabe que está frente a un caso de neurosis clínica. Esta es la persona que si le cae una manchita en la franela se le amarga todo el día. Es la típica persona que si se va a comprar unas medias se las tiene que medir primero en tres tallas diferentes, en todos los colores que tengan en la tienda y siembre el color que quiere no lo van a tener. Dicen bueno, me llevaré este porque es el que hay. Esta persona prefiere morirse antes que tomarse una café que no sea el propio. Si no hay marrón claro grande, pues no toma. Su café es su firma. Sea marrón claro grande, o marrón oscuro pequeño. Expresso con dos cucharitas de agua. Negrito colado con dos sobrecitos de splenda. Capuccino sin crema, pero con espuma. Con leche con mucha espuma, sin azúcar. Guayoyo con azúcar normal. Tetero con leche descremada. Este tomador de café de paso, sabe cuando el café se lo hicieron con leche en polvo y lo devuelve. Es como el protagonista del perfume, pero con la taza de café. Y aunque prefiere morirse antes de tomarse algo que no sea lo suyo, como no se lo den, el amargue le dura una semana. Así que si algún día está con este tomador y al final de una comida no le traen lo que pidió. No lo llame al menos durante 5 días hábiles. Una vez que eso le sale mal, el resto se va a la mierda y tarda un tiempo en normalizarse.
Hoy en día el tema de cómo endulzar el café también habla de la personalidad. Están las mujeres (y los hombres) que se dejarían robar el blackberry y todos los documentos personales, pero darían la vida por el perolito de la Splenda, porque no sólo es que no se consigue, sino que cuesta como 50 mil bolos. Estos panas no pueden tomarse el café sin Splenda. Si la Splenda saca cola de cochino o el tercer ojo, estos hace meses que ven triple. Incluso han incorporado la Splenda y demás edulcorantes artificiales a otros alimentos de la dieta. Son los que se compran todo light. Hasta el sexo es light. Después está el que deja confundido al mesonero preguntándole ¿tiene azúcar normal? Es el propio desadaptado que no está en la onda de “el cigarro vive. El azúcar mata.” A este siempre se le quedan viendo con cara de “si no es una canción de Celia Cruz, nadie debería estar diciendo azúcar.” Pero todavía el azúcar tiene sus fans. Luego hay los que no le ponen nada al café. Prefieren jugar para ambos bandos, no les importa lo amargo y saben que el día que se vayan por uno, no regresan. No se pueden controlar. Así que por el momento dejan las cosas como están.
Ya al final. Están los que adoran las máquinas de Nesacafe. Que no pueden ver una porque salen corriendo. Como si el Mocaccino de verdad supiese totalmente distinto del Capuccino. Les parece que ese empalague es lo más grande que ha inventado el ser humano. Esa máquina es la prueba de que la ciencia avanza a pasos agigantados. De que este mundo es tecnológico y que seguramente el androide conquistará al mundo antes de que llegue el año 2030. Este tomador de café por lo general tiene unos kilitos de más, pero no tiene complejos. Sufre de acidez, pero se toma sus Tums, porque al final la vida es una sola y hay que disfrutarla. Y un Nescafé bien vale una tarde de dolor de estómago. En cualquier caso, no hay nada que no cure un buen pedazo de torta. Este es el amigo que tiene una greca que la mamá le regaló, pero ya está que le salen telarañas y que si alguien le pide que prepare un café, ajeno a posibles humillaciones dirá: oye es que no me sé la receta.
Ciertamente llegar a conocer a alguien a fondo es difícil. Pero dime cómo te lo tomas y te diré quién eres.
Ah, y siempre hay alguien por ahí que dice: “no gracias. Es que yo no tomo café.” De esos seres hay que desconfiar, porque algo están ocultando.

Comentarios

rgv333 ha dicho que…
pensé que no los ibas a nombrar!

los 'yo no tomo café' deberían estudiarlos. algún gen les falta. es como los 'yo no como chocolate'. qué les pasa!!!?

y los que toman ¡café decaf!; eso si es aberrado. son como los que toman la birra esa sin alcohol.
Ira Vergani ha dicho que…
Yo soy la cafeinomana, eso si, negrito por favor! con azucar o sin azucar pero con Splenda jamas el sabor es horrendooooo!

quien no toma cafe y no se echa palos no es digno de mi confianza.

Debo admitir una debilidad me gustan los mocaccinos jejeje
Pedro ha dicho que…
Un momento extraño hoy. Estaba en la libreria del Trasnocho y oí a dos señoras hablando. Estoy casi seguro que una estaba hablando de ti: "Si chica, estoy haciendo un curso de narrativa (creo) con Fedosi. La gente bien chévere. Hay una muchacha, no recuerdo su nombre, muy buena, ha ganado concursos y ha publicado cuentos. Los otros del curso no hemos publicado nada".

Por cierto, marrón bien oscuro grande es mi preferido, pero tomo el que me pongan enfrente. En mi casa nadie tomaba café, así que empecé tarde, en la universidad. Me encanta pero no quiero necesitar el café, así que no tomo todos los días. Por ahora, con necesitar el cigarro me basta.
Toto ha dicho que…
Yo no sé como hacer una campaña para lograr que tu justifiques y pongas espacios entre tus párrafos!!!
Te quiero,
El que no toma café (sino coca cola y en cantidades abundantes)
Pera Williams ha dicho que…
Pedro! No era yoooo! Pero como me encantaría ser. No he ganado concursos todavía. Aunque si he publicado. Pero es que no llegué a lo de Fedosy. Culpa de Roberto Mata. No sabes cómo manda tarea ese hombre.
Como Esencialmente yo también me intoxico con mocaccinos. jeje. Lo admito. Lo admito.
Y me gusta lo de añadir lo de los palos a la lista de generadores de desconfianza. Las palabras "no tomo" me revientan. Dime que no tiras también y te declaro asesino en serie.
Y con rgv333, el que no come chocolate es un anormal. Qué hace esa gente con su vida?
Juan: tenemmos que ponerte a tomar café. Lo siento. Si no te juro que te busco ayuda. Una cosa es llegar virgen al piscoanlasis, otra cosa es llegar sin tomar café.
Y está bien...aunque no tengo nada que justificar. Justificaré. Necesito alguien que me ordene el blog y la vida.
Pera Williams ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
rgv333 ha dicho que…
btw, un comentario p.d.

el CAFÉ de McDonalds es bueno!!!

el mundo está loco.
Ira Vergani ha dicho que…
Las PAPAS de MCdonalds son buenas, el cafe debe (porque confieso que no me he atrevido a probarlo, especialmente porque el que visitio tiene un divino Mccafe) ser horrendo! o te referias al de McCafe?

Totooooo cafeeeeeeeee para ti por favor!
Clara Machado ha dicho que…
McDonalds me anda persiguiendo. No he ido en 6 años por unas razones un tanto complicadas. No sé si sea hora de volver. Me da miedo lo que pueda pasar.

Pero si el café vale la pena...
rgv333 ha dicho que…
siii! eso, el de McCafé...no sé, como se llame...¿no es lo mismo? igual es una aberración. café bueno en McD... mmm no.

ojo, solo tomo espresso o macchiato-cortado-marrónoscuro, en su defecto.

¡M. deja la adicción!
Astrina ha dicho que…
yo tomo marron claro grande. Lo asumo. Por alguna razon no sabe igual al con leche ni al marron. Y soy neurótica. Si no hay splenda no uso azucar, y tengo por q si tomar el café y luego una botella de agua. Ah pero por alguna razon, el café no me quita el sueño. El té si. Pero eso es otra historia.
Que buen post Manu! lo voy a tuitear con tu permiso.
Cariños!
ps: De acuerdo con Toto. Todos porq Manuela ponga espacios entre los párrafos!
xD
Ira Vergani ha dicho que…
de las cosas menos comprensibles de mi vida es que me encanta McDonalds! como has vivido 6 años sin esas papitas fritas?!
Clara Machado ha dicho que…
Astrina!!! Eres lo máximo! Puedes twittear lo que quieras! Eres una de las marrón claro igual que mi mejor amiga! Jajajaja. De acuerdo friends, pondré espacios entre párrafos. Qué haría yo sin ustedes.
Prometo entrar a McDonalds...pronto. A lo mejor algún día cuento por qué no he vuelto a ir.

rgv33...tú me dices a mí deja la adicción???? Qué riñonessss!
mariana delfino ha dicho que…
hola, te acabo de "descubrir" gracias al blog de toto, y ya estas marcada en mis favoritos. gracias por escribir tan rico.
mira, yo NO tomo cafe y no tengo nada oculto!!! sabes que? me encanta como huele, lo preparo, segun dicen, divino, me encanta servirlo....pero no soporto su sabor!! a veces me pregunto si sera que no he dado con el mio????
en todo caso, si me fascina el chocolate, porsia....
ciao!!

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