Miss Nelson Mandela who?
Hace
unos años se me ocurrió uno de los locos proyectos que de vez en cuando cruzan
mi cabeza: Voy a ofrecerle a Osmel Sousa
enseñarle cultura general a las misses. Por supuesto tal proyecto fue
recibido con la mezcla de risa y comentarios estilo qué vainas las que se te ocurren a ti. Yo lo decía bien en serio, preocupada
y molesta. Según la gente Osmel probablemente –no sabemos, yo le doy el
beneficio de la duda a todo el mundo- no iba a querer pagarme por eso, porque
no le importa, porque no le hace falta, porque la miss no necesita cultura
general para ser lo que quiere hacer, ser animadora, modelo, actriz de
telenovelas mediocres, locutora de radio o en el mejor de los casos fabricante
de una marca de bisutería o trajes de baño. Porque aunque Irene Sáez y Bárbara
Palacios hayan hecho lo que sea eso es otra generación y no volverá. Ahora el
mundo es Kardashian y es lo que importa y punto. Acéptalo.
No lo
acepto.
En
estos día una aspirante a Miss Colombia respondió que Nelson Mandela era el
creador de ese certamen de belleza. Luego la organización salió diciendo que el
error fue por falta de información. No puedo entender que se use la palabra
información. Eso ir a medio camino entre: es bruta, pero además está muy
ocupada en el gimnasio. A estas alturas de
la vida falta de información puede ser que no sepa dónde es la próxima reunión
del G20 y a qué se debe la protesta de las cabezas en la arena en playas
australianas, pero no saber quién es Nelson Mandela es una falla de su
educación. Es la muestra de que gobiernos y sociedades no le dan a la educación
y la preparación de su gente el valor debido.
Educación
no es sólo recitar tablas de multiplicar y saber qué día se independizó tu
país, dejando de lado cómo y mucho menos analizando y preguntándose por qué,
más allá del concepto etéreo de libertad un pueblo querría liberarse. Educación
y cultura es comprensión histórica, sentido de pertenencia a la raza humana, a
la situación global, al impacto del hombre en su mundo, desde cualquier punto
de vista.
No digo
que una miss tenga que hacer un análisis del Producto Interno Bruto de su país,
pero estaría bien que asumiendo que como muchos de nosotros al haber escuchado
sobre el gato de Schrödinger en Big Bang Theory sintió curiosidad, aprendió qué
es y lo entendió como algo más que un chiste que hace Sheldon Cooper.
El que
la gente o un concurso de belleza salga a defender a las misses con argumentos
cuyo subtexto es: no las jodan, son
brutas y están para que las vean, siempre me ha parecido el colmo de la
falta de respeto con la mujer. No condeno los concursos de belleza, es más, me
gustan. Los veo sin complejos porque haya en el mundo una mujer más bella que
yo dispuesta a enseñar atributos que yo, objetivamente, no tengo. Me molesta el
canon que se les impone y que se cuelta hasta nosotras, y más me molesta que
tenga que asumirse que por ser bella es bruta, que no da más, que si contesta
idioteces es por que está nerviosa o porque no nació para decir cosas
inteligentes. Me fastidia el estigma, así como me preocupa el hecho de que las
industrias de la belleza hagan hincapié sobre ello, de modo que es una gran
cantidad gente que piensa que lo único que importa es una belleza plástica, que
cuesta mucho tiempo y dinero obtener, incluso a veces es imposible para el
resto, y que para más colmo está divorciada de la profundidad intelectual.
La
verdad creo que estamos grave en cuanto a la percepción de la mujer y lo que
quienes nos declaramos feministas realmente queremos recalcar. No se trata
solamente de reivindicar derechos, es mucho más complejo, se trata de cambiar como
el mundo percibe al género, pero lo que es más, como las mismas mujeres se
perciben a sí mismas. Ejemplos de mujeres bellísimas y brillantes hay
demasiados en el mundo como para que sigamos en este patrón de que tiene que
ser bruta si es bella. Incluso me atrevería a decir que esta casi Miss Colombia
seguro sabía quién es Nelson Mandela, pero dijo esta estupidez buscando un fenómeno
viral. Como también en su momento Jessica Sumpson preguntó si Chicken of the
sea era pollo o atún. Demasiado inteligente para saber que pasar por imbécil
vende más discos malos y te lleva a crear tu propia línea de zapatos, porque al
final, la opresión de la mujer por más pantalones que se ponga y sostenes que
se quite está en el hecho de que si eres exitosa y encima bonita, no te lo
perdonan. Pero si encima eres culta e inteligente y piensas por ti misma,
olvídate, te va a crucificar en cuanto puedan, en cuanto vean un error de tipeo
o una vocal mal pronunciada, o cuando confieses que no, no te sabes el orden
cronológico exacto de las dinastías que han gobernado Inglaterra desde la Carta
de Juan Sin Tierra.
Yo sigo
creyendo en que al menos merece la oportunidad agarrar a estas misses y darles
clases de historia universal, de literatura y música. Creo que sería
interesante que en vez de preguntarle en el concurso ¿qué número de tu cédula
te gusta más? Y sentir que fue un éxito porque contestó que todos son igual de
importantes, pero lo pronunció bien y se paró lindo, se le hagan preguntas como
¿consideras que Van Gogh fue un genio? Sí, tal vez se caiga y por supuesto el
mundo y You Tube saldrán a burlarse, pero al menos la pregunta valdrá la pena. Al
menos ella podrá sentir, esto es duro, hay que pensar. Y eso forja la
autoestima cosa que no hacen los múltiples comentarios de bella en un perfil de
Facebook.
Este
tema de la mujer bella y bruta no afecta sólo a las misses, en realidad es
parte de la consciencia social. Las mujeres se odian por algo siempre, o porque
sus rodillas son feas o porque no fueron madres como lo esperaba la sociedad. Y
ahí lo tienes, casi la mitad de la población del mundo se odia porque tiene
baja autoestima.
En fin,
que la cultura general no tiene que ver con cuánto sabes del mundo, sino en
aprender a buscar herramientas para conocerte a ti mismo. Eso es lo que yo
quiero hacer, voluntad me sobra, falta que alguien entienda que belleza es más
que tetas, culo y abdominales, y tenga la voluntad y la visión de dar esas
herramientas.
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