5 Argumentos para explicar por qué en Venezuela no hay un golpe de "ultraderecha"










La situación de Venezuela es muy difícil de comprender, por no decir que es casi imposible  La realidad es una cosa tan abrumadora que se presta para la construcción de ficciones políticas. Afirmaciones que uno lee incluso de agencias noticiosas internacionales al estilo de "Juan Guaidó se autoproclamó" o "líder opositor busca asumir el poder" forman parte de una narrativa que está lejos de los hechos cerca de la narrativa que Maduro impulsa para construir su legitimidad como lo hizo Hugo Chávez: sobre el apoyo de una supuesta mayoría. Durante veinte años Chávez usó la narrativa electoral y democrática para montar su propaganda de poder legítimo, mientras desarmaban el sistema democrático desde adentro.


Al día de hoy la sociedad civil venezolana es la principal promotora de la transición democrática en Venezuela. Ipulsada por todo el liderazgo político y legalmente representada por Juan Guaidó, quien encabeza un gobierno que cuenta no sólo con el respaldo de la comunidad internacional sino del propio marco jurídico venezolano y de los poderes legítimos que todavía, aunque con precariedad, intentan salvar la democracia en Venezuela.

Aquí cinco claves para argumentar con quien insiste que en Venezuela hay un golpe de derecha o que no terminan de entender por qué Guaidó es un presidente legítimo:


1.Por definición no es un golpe de estado: Un golpe de estado involucra a las fuerzas armadas, la policía o una combinación de ambas. La fuerza militar busca desmontar el Estado y acceder a las estructuras de poder a través de mecanismos que están al margen de la ley.

En Venezuela la sociedad civil, amparada por la ley interna y el derecho internacional, busca activar los mecanismos necesarios para reestructurar el Estado democrático y recuperar el hilo constitucional. Los venezolanos al día de hoy no cuentan con un Estado que garantice derechos inherentes a una democracia como la vida, la integridad física y la propiedad.

La estructura del Estado que Maduro pretende encabezar a través de mecanismos no previstos en nuestro ordenamiento jurídico y valiéndose de la fuerza militar, no se rige por las leyes, no establece mecanismos de alternancia y sucesión y viola sistemáticamente los derechos humanos de los ciudadanos. De allí la grave crisis humanitaria que según la Universidad de Harvard ha generado un desplazamientode casi 10% de la población total.

Además el régimen de Maduro ya es militar. Servicios de inteligencia cubana mantienen un cerco de poder alrededor de los altos mandos militares y los civiles disidentes son juzgados en tribunales militares. Así mismo las fuerzas armadas han descuidado actividades de seguridad y defensa que han convertido a Venezuela en un corredor de narcotráfico y en un oasis para grupos paramilitares y de guerrilla. Mientras los militares participan en actividades estratégicas para la nación que bajo un esquema democrático deben reservarse a la sociedad civil como la actividad petrolera y la distribución de alimentos.

2.La base de la presidencia de Maduro es un órgano paralelo al Estado: Nicolás Maduro fue proclamado presidente en mayo del 2018, luego de unas elecciones convocadas por un órgano que no pertenece a la estructura constitucional venezolana: la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). La ANC fue convocada y electa en el 2017 en un proceso dominado por el chavismo y ajeno al ordenamiento jurídico. Esa convocatoria fue una respuesta a la crisis de enero de 2017 cuando el Tribunal Supremo de Justicia usurpó las competencias legislativas y de contraloría de la Asamblea Nacional en la que el chavismo ya no tenía mayoría luego de las elecciones del 2015.

En 2017 los venezolanos tomaron la calle. Las protestas dejaron más de 120 muertos y cientos de presos políticos. El 16 de julio la oposición organizó un referéndum en el que más de siete millones de venezolanos expresaron la voluntad de reestructuración total de los poderes públicos. Como respuesta Nicolás Maduro convocó la ANC al margen de la constitución y sin que los venezolanos pudieran expresar su rechazo. Esa asamblea además de ser inconstitucional y espúrea quedó compuesta por más de 500 miembros aliados al chavismo.

La ANC pretendía asumir poderes ilimitados y usurpar así las competencias de todas las ramas del poder público. Por ejemplo, se adjudica la potestad de destituir a cualquier funcionario público, administrar justicia y convocar elecciones generales o locales fuera de término. Pero además es un órgano que  ha servido para la persecución sistemática de opositores al régimen chavista.

Al momento de convocatoria y elección la ANC no contó con apoyo internacional. Más de veinte países expresaron su rechazo con la convocatoria e la instalación de la ANC. Incluso, algo que agravó aún más la condición de ilegitimidad de la ANC, fue que una vez celebradas las elecciones, Smarmatic, la empresa de software electoral que siempre ha usado el chavismo, reveló que el régimen había fabricado más de un millón de votos.

3. Elecciones ilegítimas, Presidente ilegítimo: Las elecciones son un mecanismo de alternabilidad, no son la esencia de la democracia. En un sistema democrático los períodos de función pública están establecidos por la constitución. Es la ley quien estipula los mecanismos de poder, no un partido político, ni un líder, ni tampoco un cuerpo colegiado aliado a una ideología política en particular. Si la ANC, que de entrada es un organismo ilegítimo, convoca elecciones fuera de la constitución, ese proceso de entrada está viciado de nulidad. La ANC y el régimen de Maduro esperaban continuar la narrativa electoral para legitimar su poder, sólo que al igual que sucedió con la convocatoria y elección de la ANC ni la sociedad civil, ni la comunidad internacional acompañaron el proceso.
Es importante resaltar que las razones que llevaron a los venezolanos y a un importante grupo de países a desconocer el proceso electoral y a exhortar abiertamente al régimen de Maduro a no llevarlo a cabo, superan la ilegitimidad de la convocatoria. En Venezuela desde hace más de una década no hay condiciones suficientes para garantizar elecciones libres, justas y transparentes.

Son muchas las condiciones ausentes, pero veamos unas cuantas: En primer lugar el Consejo Nacional Electoral (CNE) es un órgano cuya composición no se ajusta ni a la constitución ni a las leyes y reglamentos electorales venezolanos. Sus miembros tienen los términos de ejercicio vencidos, son aliados del chavismo y no aptos para ser árbitros de un proceso transparente. El padrón electoral fue alterado en el 2004, desde ese año descansa en la OEA un informe que alerta sobre graves inconsistencias de ingeniería electoral en todo el sistema venezolano. Otro problema es la persecución política sistemática. Según la organización no gubernamental Foro Penal en mayo del 2018 había más de trescientos presos políticos,  candidatos inhabilitados políticamente como María Corina Machado o presos como Leopoldo López y un control total sobre los medios de comunicación y de financiamiento de campañas políticas.

En el proceso de 2018Nicolás Maduro participó contra un dirigente históricamente aliado con el chavismo, uno de los pocos partidos que extrañamente no ha tenido trabas ni jurídicas, ni financieras para ejercer actividad opositora. De resto a los demás sectores de la sociedad civil, desde partidos hasta organizaciones no gubernamentales se les ha hecho imposible ejercer sus derechos políticos. Por ello en ese proceso no hubo misiones independientes de observación. De allí que el proceso fuese rechazado por el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, el Parlamento Europeo y el Grupo de Lima entre otros.

4. Crisis Humanitaria:La condición más grave que impide una elección en Venezuela es la crisis humanitaria. A muchas personas les cuesta creer que un país como Venezuela, uno de los más ricos de América Latina y el país con mayores reservas petroleras en el mundo atraviese una crisis humanitaria. La debacle económica comenzó con las políticas de Hugo Chávez. Políticas como el control de cambio, y luego de precios, que fueron eliminando la capacidad de producción del país. Estás políticas fomentaron la inflación y espantaron la inversión. Venezuela se endeudó durante los años de bonanza petrolera en vez de invertir el excedente de las ventas de petróleo. Hugo Chávez despidió a los profesionales que hicieron de PDVSA una empresa modelo en el mundo, la militarizó y usó sus recursos para financiar programas de dádivas que le ganaron en popularidad y votos pero que quedaron vacíos cuando cayó el precio del petróleo y se acabó el dinero. Para entonces, sin un marco jurídico que garantizara sus derechos y un régimen cada vez más hostil a la inversión privada el aislamiento económico de Venezuela era cada vez más grande. El país no tenía cómo pagar las divisas que debía a tantas empresas que habían invertido en Venezuela, muchas se fueron y miles de venezolanos quedaron sin empleo.

La realidad del venezolano hoy es un sueldo mínimo de 6 dólares al mes que no alcanza para comprar ni dos huevos La crisis de hiperinflación es la más alta de la historia y supera el millón por ciento. Los venezolanos están sometidos al control del Estado, el cual distribuye la comida. Durante su supuesta campaña electoral Maduro usó la distribución de comida como chantaje. Quien votara, y votara por él, recibiría comida. Quienes no lo hicieran quedarían excluidos. Para muchos venezolanos, quienes según las estadísticas más recientes pierden un promedio entre 8 y 11 kg mensuales por no tener recursos o acceso a alimentos, el no recibir una caja de comida del gobierno significa pasar hambre.

La crisis humanitaria que atraviesa Venezuela no se puede explicar en dos párrafos. No hemos entrado en las cifras del sector salud. En Venezuela mueren pacientes todos los días al no conseguir medicamentos tan básicos como acetaminophen, medicamentos para la tensión, antibióticos de amplio espectro o pacientes crónicos que no pueden recibir diálisis o quimioterapia. A comienzo de año murieron doce niños por un foco de vómito y diarrea y no fueron los primeros. En el Hospital Universitario de Caracas en enero de 2019  murieron al menos dos pacientes luego de un corte de luz. Luego los familiares no podían reclamar sus cadáveres. El régimen no sólo mata a los ciudadanos sino que después extorsiona a los familiares para que el mundo no escuche una historia distinta a la de que su revolución es un éxito.

5. Intervención Humanitaria: La narrativa de que es un golpe de estado viene promovida por la idea de que los Estados Unidos promueve un cambio de régimen a su conveniencia. En primer lugar, antes de considerar las razones jurídicas relacionadas con una intervención humanitaria, hay que tomar en cuenta que Juan Guaidó no se "autoproclamó", está facultado por el art. 233 de la Constitución para ejercer la presidencia encargada.

La crisis de Venezuela a nivel de seguridad y defensa es tal que necesitamos tutela para poder garantizar la soberanía, la seguridad del país, del sistema migratorio y de fronteras y demás problemas como la delincuencia organizada y el narcotráfico, pero además en logística y apoyo financiero Venezuela no sólo necesita de la cooperación de aliados internacionales, sino de la sociedad civil de países hermanos. El desmantelamiento y la crisis de las instituciones y la economía venezolana es total y la realidad es que no podemos enfrentarla solos.

No es un problema nada más de Venezuela. Este es un problema que constituye una amenaza para toda la región. Las fuerzas delictivas que operan en Venezuela tiene objetivos fuera de nuestro territorio. De allí que el problema nos sea nada más de los Estados Unidos, ni se trate de quitar del medio a un liderazgo de una idea desfavorable para el capitalismo, como ha sido la narrativa chavista y de algunos partidarios de la izquierda. En el caso Venezolano se han involucrado activamente países como Colombia, Brasil, Ecuador, Perú y la Unión Europea. La intervención y la cooperación humanitaria se trata de una coalición multilateral de apoyo a un país que es neurálgico para la estabilidad en toda América Latina y que por sus recursos podría incluso tener repercusiones en países ajenos a la región, como lo declaró Federica Mogherini vocera de la Unión Europea.

El gobierno legítimo de Venezuela, encargado en Juan Guaidó tiene como objetivo crear las bases jurídicas y las condiciones necesarias para garantizar elecciones justas y limpias. La comunidad internacional tiene la responsabilidad de proteger, de crear un cerco diplomático, económico y militar para desmontar el narco estado y permitir a los venezolanos refundar una república con miras a la integración de un nuevo orden en América Latina.  Con eso contamos los venezolanos y de allí el apoyo contundente que recibe de parte de los miles y miles de ciudadanos que se han manifestado en las calles, como último recurso de expresión de la voluntad ciudadana de ser libres. Queremos reconstruir una república soberana, libre y civil. Esa es la meta, no un golpe de Estado. A los militares no los queremos en el poder nunca más.


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