Eduardo Marturet



Una de las lecciones más importantes que nos dejará la tragedia que embarga hoy a Venezuela es que el capital más importante de un país es el humano. La diáspora lejos de dividirnos nos ha dado la oportunidad de ver brillar alrededor del mundo a venezolanos talentosos y luchadores. Un ejemplo de ellos es el director venezolano Eduardo Marturet. Desde 2006 asumió el cargo de director de la Miami Symphony Orchestra, actualmente está en su temporada número 27, es una orquesta de ochenta músicos que cada año crece en prestigio y reconocimiento, elevando a la ciudad de Miami como una de producción cultural importante.

Desde siempre Eduardo Marturet supo que su vida sería la música. Luego de probar con varios instrumentos, incluida la batería, dirigió su primer concierto a los nueve años, con tres músicos y sus abuelos entre el público. Sin embargo fue a los veinticuatro, cuando dirigió la Heroica de Beethoven junto a la Aubury Orchestra en Cambdridge y fue allí que supo realmente que su carrera sería como director.

Su carrera en Venezuela incluye el haber sido el director musical del Teatro Teresa Carreño cuando se inauguró en 1984. En ese momento el complejo cultural de Caracas era un referente en América Latina. A nivel internacional ha participado en más de treinta grabaciones junto a la Sinfónica de Berlín y una gira de más de doce conciertos por Latinoamérica. 

Además de su brillante trayectoria como director Eduardo Marturet tiene la mística de los artistas que entienden que la labor de la cultura no se acaba con la producción de la obra, sino con su participación en programas de acción social como el FESNOJIV, a través del cual se acerca a los niños a la música. Este trabajo no sólo tiene como fin la búsqueda de nuevo talento, sino ayudar en la formación de individuos de pensamiento libre y crítico a través de la herramienta de la cultura.

Este domingo 20 de marzo se estará llevando a cabo en Miami el concierto Miami Rocks, bajo la dirección de Eduardo Marturet en el que convergerán artistas como Ruddy Pérez, Lola Astanova y Sam Moore entre tantos otros. Una amalgama de distintos géneros musicales para crear un evento único, a fin de mostrar la versatilidad de la orquesta y hacer homenaje a la diversidad de la ciudad de Miami.

El éxito de la orquesta y del concierto son sin duda algo que nos enorgullece como venezolanos. A la larga, la reconstrucción del país dependerá del esfuerzo que cada uno de nosotros ponga en su carrera. Estos venezolanos que con su talento, su esfuerzo y su ética de trabajo dejan en alto el nombre de su país y producen obras de gran impacto tanto en sus ámbitos profesionales como en sus comunidades van a hacer la piedra angular de ese cambio.


El talento de Miami es también el talento de Venezuela. Hoy más que nunca debemos apoyarlos, pues su éxito es el nuestro, y de ello depende también nuestro futuro.

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