El Condón Mata


Realmente que hay cosas con las que uno puede o no estar de acuerdo con la Iglesia. Al fin y al cabo, todos tenemos derecho a una opinión. Pero lo que dijo el Papa hace unos días, de verdad no hay por donde darle la vuelta. Es allí donde uno se detiene a pensar en qué es lo peor del ser humano. Definitivamente el fanatismo. Creo que lo que nos separa de los animales no es la capacidad de razonar, como siempre se dice. Más bien es precisamente la incapacidad para pensar lógicamente, para dejar a un lado las pasiones y ser objetivo.

Entiendo que el Papa tenga su Fe, sus creencias, su apego por una doctrina religiosa y esté ansioso por propagar el mensaje de la abstinencia. Uno puede o no estar de acuerdo. Yo no estoy por múltiples razones. Hoy en día creo que la virginidad es un tema que trae más problemas que soluciones. Y que particularmente en las mujeres tiende a convertirse en un trampolín para el trauma, la autoflagelación, la baja autoestima y la inseguridad. La abstinencia va por ahí. Sinceramente creo que se utiliza como herramienta de manipulación. No como lo que debe ser, una decisión personal, que nada tiene que ver con el carácter moral de una persona, sino con una forma de ver, disfrutar, es decir de vivir la vida.

Ahora, de allí, a tener la santa voluntad, de pararse en un país donde mueren millones de personas a causa de una enfermedad que es incurable, dolorosa, desesperanzadora y devastadora y decir que el medio más eficaz para prevenirla no es la solución, etc, es algo que mi mente, supuestamente más compleja que la de mi perro o la de un loro simplemente no puede comprender. No lo entiendo. No lo veo. No me cuadra. No puedo procesar cómo es que hay alguien que se preocupa más por una doctrina que por un bebé que jamás tendrá una vida sana y normal, por unos niños para quienes una gripe cualquiera no significa un día menos de parque sino posiblemente la muerte. Porque lo peor de todo es que para muchos de ellos el tratamiento simplemente no existe. No porque no lo haya sobre la faz de la tierra, sino que en su entorno y sus condiciones es algo tan inviable que podemos decir que no existe.

Lo más absurdo de toda esta situación es que el SIDA en África no tiene que ver con una promiscuidad medieval, como los ultra conservadores les gusta hacer pensar a la gente, sino con una cantidad de factores culturales, étnicos y sociales que para los occidentales es casi imposible comprender. Es sencillo decirles a otras personas cómo vivir. Eso nada más toma un par de palabras, algo ya muy distinto es vivir la vida que ellos tienen que vivir.

Dejé este tema para hoy, porque me metí en Noticiero Digital y vi una especie de artículo, si es que se puede llamar así a algo tan mal redactado, que decía que el Papa tenía razón. Esta persona llega tan lejos hasta decir que los "sidosos" son una amenaza para la sociedad, que su enfermedad es tan peligrosa como la tuberculosis o la peste bubónica lo fue para la humanidad en su momento. Así mismo dice que prefiere que su hija antes de tener relaciones se masturbe con la almohada como hacen muchas mujeres. Que la gente que sufre de HIV, debería estar en cuarentena, porque son una amenaza contra el resto de las personas que "son puras" al no tener esa enfermedad.

Es desconcertante. No se entiende. No hay ni qué decirle a la gente que piensa así. Si bien el condón no es "la solución" al problema, es una forma comprobada de evitarlo. Si la gente tuviera información y acceso a métodos de prevención, entonces el problema sería mucho menor. No quiere decir que no existiría, así como no hay nada seguro en la vida. Porque ciertamente puedes ir a una clínica y te pueden contagiar una infección o puedes saltar en paracaídas y a lo mejor el aparato no abre. Cosas así suceden. Infalible, no es. Pero está comprobado que hace un buen trabajo y es el colmo que alguien cómo el Papa hable de esa manera cuando hay tantas personas que sufren por esto.

Es allí donde de verdad uno se da cuenta de que el ser humano es esclavo de sus pasiones y víctima del fanatismo. Yo dudo que la pregunta al llegar al cielo sea, ¿Cuántas veces hiciste el amor o tuviste relaciones sin sentirlo o hasta irresponsablemente? Yo creo que será más bien algo así como ¿cómo afectaste la vida de los más? ¿Para bien o para mal? Negar una mano, propagar la ignorancia y preferir la enfermedad antes que la prevención por el sólo hecho que puede estimular cosas con las que uno no está de acuerdo no puede entrar en la categoría de hacer el bien.

Yo le diría tanto al Papa como al periodistucho ese, puede ser que tengan sus opiniones, su manera de ver la vida y sus fanatismos basados en la paranoia, pero no son nadie para juzgar a los demás y decirles cómo vivir. Mucho menos son alguien para negar la única ayuda que existe hasta ahora para prevenir un dolor tan grande que obviamente ni lo pueden imaginar.

Y si creen que sus supuestas "vidas morales y virtuosas" los mantienen a salvo del SIDA. Piénsenlo de nuevo o mejor, pregúntenles a los descendientes de Artur Ashe.

Comentarios

Matilde ha dicho que…
No puedo estar más de acuerdo. Excelente post.

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