Nuestro Insólito Universo

Desde los 80 o quizás antes, sólo que antes no tengo memoria, se escucha en la radio el programa de Nuestro Insólito Universo. En síntesis Nuestro Insólito Universo es un micro que cuenta cosas de "nuestro mundo sorprendente." Casi siempre eran historias de desapariciones o apariciones extrañas, todas en su gran mayoría tenebrosas y sospechosas. La música, la narración, todo estaba preparado no tanto para aterrorizar pero sí para crear una especie de duda oscura, de miedo latente por algo indefinido que persigue a los mortales sin que podamos verlo o protegernos de ello.
De un tiempo para acá Venezuela se ha vuelto algo mucho más allá de lo bizarro, de lo imposible y de lo impensable y bien podría nuestro escudo decir abajo: "Nuestro Insólito Universo." En este caso no es que nuestro universo tenga sólo de oscuro y tenebroso. Nuestra locura social es algo así como catástrofe burlesca, lo cual a lo mejor se debe a nuestro extraño sentido del humor. Tan es así que con una sociedad polarizada, enfrentada, que pasa mucho pero mucho trabajo y penurias a diario, cuyo presidente insulta a diestra y siniestra sin importar si es gente que le apoya o más bien se le opone, que el solo salir a la calle presupone un riesgo considerable, entre otros factores, somos según el libro Guiness 2008 El País Más Feliz del Mundo. Esto último también denota que la felicidad es un estado mental no un acontecimiento objetivo, pero en fin.
Lo cierto es que a diario veo cosas que cada vez me resultan más locas y por más que las veo no dejo de sorprenderte. Hace poco estuve en San Cristóbal y estaba angustiada porque iba a perder el vuelo de regreso a Caracas. El maracucho que manejaba el carro, uno de los personajes más cómicos que he conocido en mi vida me decía:
- No te preocupeís que de que llagaís, llegaís.
Y yo atacada porque aunque no conozco San Cristóbal, sí conozco una cola cuando la veo y lo que estaba viendo era definitivamente tráfico y del bueno, y eso nada más para llegar a la carretera que lleva a San Antonio del Táchira de donde salía mi avión. Ni corto ni perezoso el hombre agarró y se fue por una avenida de tres canales, estilo la Francisco de Miranda por el canal contrario a toda mecha. Yo sencillamente pensaba que con el tamañote de mi boca el emblema de Toyota del carro me iba a quedar perfecto en la boca una vez eyectados mis dientes del trancazo.
El pana decía:
- Cerrá los ojos si querés, pero tranquila.- Mientras el carro rugía como si diciendo, "pana usted se quemó todas las neuronas."
Cabe destacar que recorrimos más o menos 5km en el canal contrario a toda velocidad y que entramos a la carretera por la vía que está dispuesta para salir de la misma ya que obviamente estábamos al revés. Ni una pluma nos encontramos, en "Nuestro Insólito Universo" menos mal, todo se dispone así. La suerte, la gran mayoría de las veces se porta bien.
Como ese hay miles. Está el cuento de mi hermana que se iba para La Tortuga y la señora de la posada, una vez que mi hermana la llama desde el puerto para preguntarle donde está la lancha por la cual pagó, para que la fuera a buscar, le dice:
- aayyyy chama...se me olvidó, dile a alguien que te de la cola si quieres.
Bueno, mi hermana hizo eso, a pesar del consejo de su Pepe Grillo que le decía, amiga volvamos a Caracas, y de vaina y se ahoga porque el "amigo" que le dio la cola, cuatro horas más tarde cuando se pelaron la isla de La Tortuga le dice:
- No pana, yo no tengo GPS.
De nuevo la suerte y una más o menos eficiente educación diversificada le ayudaron a sacar la cuenta (incluido el marinero) de que el sol sale por el este, se pone por el oeste de modo que si enfilamos la lancha así llegamos a costa. Aquí hay que hacer un paréntesis para explicar que el pana de la lancha decía que si enfilabas la cuestión hacia el sol llegabas a la costa. Sí. Es verdad. Mi hermana discutió con el hombre y gracias a eso no son parte de la proteína de algún atún de Fresh Fish. Sin comentarios.
Y así a diario vemos cosas dignas de un libro que se llame "Mundo Bizarro." Me imagino que si algún día los extraterrestres les da por entrar a La Tierra por Venezuela se dirán:
- verga loco, aquí ya vino una nave, ni modo.
El fin de semana estuvimos en Choroní y por supuesto no pudimos escapar una vez más lo insólito. Llegando a la playa encima de un peñero, nada más y nada menos que...una moto. Sí nada más ver bien la foto arriba y darse cuenta que dentro del peñero hay no una sino dos motos. A dónde iban? Qué iban a hacer? No tengo ni la menor idea. No me quiero ni imaginar que pasaba si se volteaba el peñero o cómo los habrá tratado el mar que en efecto ese día estaba bien picado. En todo caso lo bizarro en "Nuestro Insólito Universo" está siempre servido. Lo único que nos queda es disfrutar esa risa extraña que así como de llanto.

Comentarios

Facility manager ha dicho que…
Hola Manuela, como siempre he disfrutado mucho tu lectura.
¿Que si nuestro país es el país del revés? Solo hay que ver que teniendo solo dos estaciones, llamamos verano al invierno e invierno al verano, que tal?
Cosas del realismo mágico tropical, diría yo
FM

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