Conversación extraña con mamá
Hay conversaciones que uno nunca debería tener con su mamá. Como esta:
Mi mamá: Me prestas tu collar rojo.
MZ: Sí. Agárralo.
Me le quedo viendo.
MZ: Má. Se te ve el sostén.
Mi mamá: Sí yo sé.
MZ: ¿No te vas a poner un topsito, un fondito, algo?
Mi mamá: No. A esta edad no me importa.
MZ: Má. De verdad se te ve todo el sostén y la barriga. Es trasparente.
Mi mamá: De verdad que no me importa.
MZ: Má. De verdad, ¿Vas a salir asi?
Mi mamá: Ya me fui.
Cabe destacar que la camisa que tenía puesta tenía un estampado de culebra y era muy trasparente. ¿Qué está pasando? ¿Cuál de las dos está más vieja? ¿Yo voy a ser así a los 70 años? Hija, desde ya, perdóname. Pero, con razón. Yo vine de alguna parte. Aunque como dice mi hermana, ya estamos como viejas para seguirle echando la culpa de todo a mami. Igual. Yo le cuento esto a un psiquiatra y me bota del consultorio. Con razón le puse al blog: Ayúdame Freud. Hablando de eso ¿Freud dijo algo sobre camisas transparentes de animal print de culebra? No. El cobarde ese se quedó en un piche tabaco. Así cualquiera.
Esto es demasiado intenso para un domingo. Extraño cuando el peo era el no haber ido a misa.
Comentarios
No puedo negarte que es un caso particular, pero a todas les da esa liberacion, solo que unas lo hacen con la ropa y otras con la lengua: mi mama no deja titere con cabeza!
Tu eliges...
Doña Treme, lo mismo.
Las tres tenemos lo mismo con la mamá, de verdad que la relación madre-hija no tiene paragón. Por más que digan que los papás y las niñas y bla,bla,bla