Instinto

No voy a tener tiempo de releer esto. Así es la vida ahorita. Ni que tuviera tiempo de releerlo me serviría de algo. Si duermo tres horas seguidas es un triunfo, luego mi cerebro está un poco desajustado. Serán días extraños, de una rutina extraña. Soy una especie de máquina. Dispensa cariño, alimento, sirve de almohada y tiene un procesador de palabras que anda un poco lento. Guindado. Ideas van e ideas vienen, pero es un poco como la marea. ¿Yo era alguien antes de esto? Pareciera que “antes” ya no existiera. Ayer es una falacia. Una fantasía. Algo que nunca sucedió. Sólo que la pioja que me recuerda que ayer es más verdad que nunca. Pues ella nació un día que desde hace tiempo está en el ayer. No olvidar: no estamos solos. Y la afirmación no tiene nada que ver con los extraterrestres. A veces te tienes que sentir bien porque te tienes que sentir bien. Y punto. ¿Y si no te sientes bien? Yo lo único que quiero es que se me quite el dolor. Poder acostarme de forma horizonta...